Se le apareció la Virgen a España en Wembley, donde a punto estuvo de encajar la primera derrota en la era Lopetegui. Y es que enfrente tuvo a una Inglaterra muy superior durante casi todo el choque. Salvo en la recta final. Cuando todo parecía perdido, los tricampeones de Europa encontraron tiempo para recuperarse y para empatar el partido en el último suspiro.
Los pross, que también intentan enderezar el rumbo con un Gareth Southgate que seguramente se haga cargo de la nave inglesa de forma definitiva, tuvieron el triunfo en la palma de su mano con los goles de Lallana, de penalti, y Jamie Vardy, de cabeza al inicio de la segunda mitad. El conjunto británico tuvo buenas ocasiones para haber logrado el tercero, pero lo que acabaría llegando fue el empate con los tantos de Iago Aspas -golazo del delantero del Celta, que firmó un muy buen partido en su debut con la selección absoluta-, en el minuto 89, y de Isco Alarcón, en el 96.
Al final, España tirando de dos de sus jugadores con más calidad para salvar los muebles en este templo del fútbol mundial y mantener la condición de invicto de Julen Lopetegui, que en seis partidos con la Selección presenta un balance de cuatro victorias y dos empates -al de esta noche hay que sumarle el que firmó el pasado 7 de octubre en Turín contra Italia-.
Lo cierto es que el equipo español, que presentó hasta cinco caras nuevas en el once con respecto al equipo que venía de golear a Macedonia en Los Cármenes -Reina, Íñigo Martínez, Azpilicueta, Mata y Aduriz- salió con buena pinta al césped de Wembley ante una Inglaterra donde Southgate también introdujo cambios, dejando en el banquillo a hombres como Rooney y Sturridge.
Una de las novedades del técnico de Watford fue la entrada en el once de Jamie Vardy, que se encargó de animar el cotarro con dos acciones en apenas cuatro minutos: primero se libró de la expulsión por una durísima entrada sobre Azpilicueta y luego provocó un claro penalti de Pepe Reina que Lallana, el jugador del Liverpool, se encargaría de transformar. El ariete del Leicester se llevó la pelota y se plantó ante el meta español tras superar a un Íñigo Martínez que no pudo llegar al corte. Fue la primera pifia del central de la Real Sociedad, casi siempre nervioso y que acabaría siendo señalado por su flojo partido.
Ahí pareció morir el partido. España estaba muy tocada e Inglaterra, esperando atrás y haciendo gala de su fútbol directo y de su velocidad a la contra con estiletes como Vardy y Raheem Sterling, quería hacer sangre en cuanto tuviera la ocasión. Para más inri, a ellos se les añadió Theo Walcott, el velocísimo extremo del Arsenal que lleva ocho goles en 12 partidos, para buscar las cosquillas a la siempre dubitativa defensa española. Y ahí, pero por el lado negativo, destacó Íñigo, que tenía que recurrir a constantes faltas para frenar el vendaval inglés y que no tardaría en ver la amarilla.
España era un juguete en manos de Inglaterra. Arriba lo intentaba Silva, pero enseguida se le echaban encima hasta tres rivales. De Vitolo y Aduriz apenas había noticias.
La segunda parte no pudo empezar peor para España, que a los dos minutos recibió un nuevo jarro de agua fría con el gol de Vardy: centro desde la derecha de Sterling, nuevo fallo de Íñigo al corte y el ariete del Leicester, atento para fusilar a Reina con un remate de cabeza en el segundo palo. El 2-0 se antojaba como una losa prácticamente imposible de levantar.
Ahí fue cuando Lopetegui echó mano del banquillo y apostó por los cambios, metiendo en el campo a hombres como Ander Herrera, Mata, Iago Aspas e Isco. Estos dos últimos acabarían siendo providenciales con sus goles salvadores.
Pero antes que ello pudo haber llegado el tercero de Inglaterra, especialmente en las botas de Lingard, mientras que Marcus Rashford, su compañero en el Manchester United que había entrado al campo por vardy, también buscó con ahínco la portería española. Y en esas, la defensa visitante seguía desquiciada, como demostró Carvajal con un entradón a Danny Rose que tranquilamente podría haberle supuesto la expulsión, aunque acabaría yéndose de rositas.
Los de Southgate acusaron el cansancio, replegándose en su área en los últimos minutos, y España lo aprovechó para encerrar al rival. Y, pese a que no daba la sensación de que los de Lopetegui pudieran marcar, finalmente acabarían llevándose un gran botín de La Catedral. Es lo que tienen los genios.
Primero apareció en escena Iago Aspas, que se inventó un formidable zurdazo, colocando el balón por la escuadra sin que Heaton -el sustituto de Joe Hart en la portería británica- nada pudiera hacer. Corría el minuto 89. Y en el 96, en la última acción del partido, Isco recibió un gran pase en largo de Carvajal, controló con el pecho y batió al meta del Burnley por debajo de las piernas.
¿Demasiado premio para España, visto lo visto esta noche en Wembley? Seguramente. Pero si algo empieza a caracterizar al equipo de Lopetegui es su carácter competitivo, que había perdido en los últimos meses de la etapa Del Bosque, para seguir encarando el futuro con optimismo. Eso sí, falta recuperar el juego tan brillante que los campeones del mundo en Sudáfrica mostraban hasta hace unos cuatro años.
Ficha técnica
Inglaterra, 2: Hart (Heaton, m.46); Clyne, Stones, Cahill (Jagielka, m.46), Rose (Cresswell, m.79); Dier, Henderson, Lingard, Lallana (Walcott, m.27), Sterling (Townsend, m.65); y Vardy (Rashford, m.67)
España, 2: Reina; Carvajal, Íñigo Martínez, Nacho, Azpilicueta; Busquets (Nolito, m.77), Mata (Aspas, m.46), Thiago (Herrera, m.56); Vitolo (Koke, m.46), Silva (Isco, m.63) y Aduriz (Morata, m.63)
Goles: 1-0, m.8: Lallana, de penalti; 2-0, m.47: Vardy; 2-1, m.89: Aspas; 2-2, m.96: Isco
Árbitro: Ovidiu Alin Hategan (Rumanía). Mostró tarjeta amarilla a los ingleses Sterling (m.29), Walcott (m.31) y Rose (45+2), así como a los españoles Íñigo Martínez (m.30), Aspas (m.65) y Carvajal (m.75)
Incidencias: Partido amistoso internacional disputado en el estadio de Wembley (Londres) ante 83.716 espectadores