
Joaquín Sánchez, uno de los jugadores con más calidad y más simpáticos del fútbol español. El jugador del Betis, con 35 años, podría estar ya cerca de la retirada, pero aún tiene mucho arte que regalar, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.
Anoche, el crack de El Puerto de Santa María (Cádiz) estuvo en el programa El Hormiguero, de Antena 3, y repasó su carrera, desvelando algunas anécdotas.
Por ejemplo, contó cómo su padre acabaría salvando su carrera, hace ya casi dos décadas, con "una hostia bien dada".
"Tenía 16 ó 17 años y despuntaba ya un poquito. Estaba en esa edad mala en la que me gustaba salir y las niñas, y no quería otra cosa. El fútbol lo iba apartando un poquito. Jugaba con la selección andaluza y me levanté a las seis o las siete de la mañana para ir a un partido. Me levanté de aquella manera y le dije a mi padre que no quería seguir jugando al fútbol", relataba Joaquín en su intervención televisiva.
"Él me dijo: 'Vale hijo, vete a la cama'", contaba el gaditano. "Me di la vuelta hacia la habitación y me arreó un cate por aquí atrás -decía mientras se señalaba a la parte derecha de la nuca-, que de hecho creo que todavía no giro bien el cuello de aquella hostia que me dio".
El futbolista seguía contando la historia: "Mi padre me dijo: 'Ya te estás vistiendo y montándote para el coche. Y si no quieres ir más a jugar, habla con el entrenador o con el presidente y se lo dices'. Total, que fui, jugué, me arrepentí, no les dije nada y le acabé pidiendo perdón a mi padre".