Aspas en estado puro. El delantero del Celta se acordó de sus compañeros en cuanto recibió la noticia de la llamada de la selección. Intenso, todo corazón, humilde, el de Moaña recibe un justo premio a su talento y esfuerzo.
Su desparpajo y su espontaneidad traspasan lo futbolístico. El "diez" céltico cogía un avión para incorporarse a la concentración de la selección española. Ya comentó que cumplía un sueño. Afirmó que estaba "ilusionado" por la posibilidad de debutar con La Roja. "No me esperaba esta llamada después de estar entrenando toda la semana con el equipo", comentaba el canterano forjado en A Madroa.
Aspas relataba cómo se enteró de la buena nueva. "Me acababa de afeitar. Estaba en la ducha, por eso no cogía el móvil". Se puso el altavoz del teléfono en el vestuario y la sorpresa fue mayúscula. Iago, que se preparaba para disfrutar de los días libres que Berizzo le concedió a la plantilla céltica y, sobre todo, para disfrutar de las fiestas que se celebrarán estos días en su pueblo, Moaña, cuenta quién le comunicó la llamada de Lopetegui. "Me llamó María José, no sé quién es, pero ojalá la hubiera conocido antes".
Iago Aspas, genio y figura.