Stefano Pioli es el elegido por elInter de Milán. El técnico italiano se ha convertido oficialmente en el nuevo entrenador del conjunto neroazzurro al firmar un contrato hasta el 30 de junio de 2018. Pioli, que tiene una dilatada experiencia en el fútbol transalpino -ha dirigido a la Lazio, Bolonia, Palermo y Chievo Verona, entre otros equipos-, sustituye en el cargo a Frank de Boer, destituido el pasado martes debido a la mala racha que atraviesa el equipo.
Pioli, que será presentado el próximo jueves en la ciudad deportiva Angelo Moratti de Como -ciudad de Lombardía situada a unos 45 kilómetros al norte de Milán-, es el tercer técnico que tiene el Inter esta temporada tras Roberto Mancini y el citado De Boer. El preparador parmesano, de 51 años, tiene ante sí la difícil tarea de intentar enderezar el rumbo de un equipo que actualmente marcha noveno en la Serie A con 17 puntos, a trece del líder Juventus de Turín.
Lo cierto es que al final el Inter, que el pasado mes de junio pasó a manos chinas -el grupo de distribución Suning Holdings compró el 70% del capital del club por 270 millones de euros-, había estado negociando en los últimos días con el técnico español Marcelino García Toral, que estaba en el paro desde el pasado mes de agosto tras ser destituido por el Villarreal, pero finalmente se ha decantado por Pioli.
Los medios italianos daban por hecha la llegada de Marcelino al banquillo neroazzurro, después de que se viera al técnico asturiano, también de 51 años, negociando con dirigentes interistas en un hotel de Milán y, el pasado domingo, al entrenador presenciando el partido Inter-Crotone (3-0, con un doblete de Mauro Icardi) en la grada del estadio Giuseppe Meazza.
Y ahora Marcelino seguirá en el paro. Al menos de momento. Se le escapa al preparador de Villaviciosa una oportunidad de oro de volver a los banquillos tres meses después de su polémico despido en el Villarreal, en vísperas de que el equipo tuviera que jugarse el billete a la fase de grupos de la Champions, en la eliminatoria previa frente al Mónaco, que finalmente no consiguió.
"Por respeto a la grandeza de una entidad como el Inter, no vamos a comentar nada de lo que ha sucedido", se ha limitado a decir el representante de Marcelino, Eugenio Botas, cuando su fichaje por el cuadro neroazzurro -todo un clásico del fútbol mundial con tres Copas de Europa y 18 Scudetti, entre otros títulos- era prácticamente un hecho.
Los medios italianos aseguran, no obstante, que Marcelino tiene un enfado importante tras ver cómo el Inter le ha dado calabazas. "Creía haber firmado por el Inter y en vez de eso me vuelvo a casa con una enciclopedia", es lo que le habría dicho el entrenador español a sus allegados, según cuentan en el país transalpino, mientras que el entorno del Inter se ampara en la mayor experiencia de Pioli frente a Marcelino en la Serie A como argumento de peso para su fichaje.
Pero puede haber más detrás de esta historia. Y es que Marcelino tendría unas exigencias demasiado altas que los dirigentes chinos no habrían aceptado. Según la prensa transalpina, el asturiano exigía una ficha de 3,5 millones de euros por temporada y un contrato de tres años de duración, hasta el 30 de junio de 2019. Marcelino también quería traer a su propio cuerpo técnico y tener carta blanca para fichar y vender a los jugadores que considerase oportunos.
Unas condiciones que el propietario del equipo y presidente del grupo Suning, el magnate chino Zhang Jindong, no estaba dispuesto a aceptar.