Gerard Piqué llevaba tiempo sin hablar ante los medios, hasta que el otro día, por la polémica de las mangas de su camiseta de la selección, volvió a colocarse en el foco mediático –está vez sin quererlo–, y dio una rueda de prensa para anunciar que tiene tomada la decisión de abandonar el combinado nacional tras el Mundial de Rusia 2018.
Antes del esperpéntico asunto de las mangas, Piqué concedió una entrevista al programa Fora de Serie de la TV3, en la que el central azulgrana se sincera.
Piqué, que reconoce que su objetivo es llegar a ser presidente del Barcelona, asegura que: "Para un deportista de élite es un problema decir que es independentista. Eso de que política y deporte no se mezclan es una mentira como un templo. Yo no me he mojado y he salido escaldado".
Gerard asegura que ha vuelto a recuperar la ilusión tras estar algunos años tocado: "Hace un par o tres de años lo habría dejado todo, pero he recuperado las ganas por jugar, ahora tengo más que con 21 años".
El central azulgrana no oculta que le gusta el picante: "Reconozco que me gusta provocar, que haya una tensión controlada y deportiva. Sin la rivalidad Barça-Madrid no sería lo mismo".
En lo deportivo, Piqué reconoce que será un "impacto" cuando Messi se vaya del Barcelona, "será como cuando un padre se muere y el hijo tiene que volar solo. No habrá nunca otro Messi, ni lo esperamos" pero que "habrá que volver a construir algo para ganar. Así funciona el deporte".