Hace más de un año, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid tumbó el sueño del presidente del Real Madrid: la ampliación y reforma del nuevo Bernabéu. La financiación ya estaba asegurada, sólo faltaba arrancar las obras, pero el enconamiento del Ayuntamiento junto a alguna plataforma ecologista hicieron que la Justicia se interpusiera a los acuerdos previos con la Comunidad de Madrid y al club sólo le quedó renegociar y esperar.
Definió Antonio García Ferreras en una entrevista en Ondacero a Florentino Pérez como "un producto UCD" para representar su modus vivendi: el pacto. Esa faceta de Florentino salió a relucir y ahora ya tiene el acuerdo que deseaba, tanto con la Comunidad del PP, como con el Ayuntamiento podemita. El nuevo Bernabéu será, ahora sí, una realidad.
Y así han presentado el acuerdo en el Palacio de Cibeles los dos protagonistas. La alcaldesa Manuela Carmena, más perdida en temas deportivos que en asuntos urbanísticos, y un radiante presidente del Real Madrid. Eso sí, la presentación, austera donde las haya para un proyecto de 400 millones de euros. Sin luces ni músicas, sin videos espectaculares ni maquetas físicas que muestren el proyecto y con poca información de lo que se hará en el interior. Sólo la comunicación del acuerdo entre las dos instituciones y unas pantallas que mostraban a lo lejos lo que podría ser el nuevo Bernabéu.
400 millones sobre la mesa: en 2017 arrancan las obras
Esta presentación simplemente supone la escenificación de la línea de acuerdos entre Ayuntamiento y club. Carmena se sale con la suya: no habrá ampliación y por lo tanto no tendrá que explicar a los madrileños por qué permite al Real Madrid utilizar más terreno. Sólo habrá remodelación y ésta arranca a lo largo del 2017 "una vez presentadas las solicitudes pertinentes y obtenidas las licencias", como ha aclarado Pérez.
Unas obras que podrían dilatarse durante cuatro años y que terminarán otorgando al estadio y al entorno del mismo una imagen muy diferente a la actual. Para ello se emplearán los 400 millones de euros que va a pagar la petrolera de Abu Dabi, IPIC.
El segundo apellido de don Santiago Bernabéu
Santiago Bernabéu de Yeste nació el 8 de junio de 1895 en la localidad de Almansa, provincia de Albacete. El gran presidente blanco da nombre al actual templo del madridismo pero el 'de Yeste' se caerá para tener un segundo apellido diferente. Las opciones son Ipic o Cepsa –filial española de la petrolera–. De esta forma es probable que el nuevo estadio se llame simplemente Bernabéu Cepsa.
¿Habrá hotel y centro comercial?
El concepto de negocio en el interior del estadio tendrá que mutar ante las dificultades encontradas por los procesos judiciales. El presidente del Real Madrid no descarta acabar haciendo un hotel de lujo, pero parece tener claro que ahora mismo la prioridad en el proyecto es la reordenación de los interiores del coliseo blanco para una mayor explotación económica de las áreas comerciales.
De esta forma, la primera gran decisión es el traslado de las oficinas blancas a Valdebebas. Allí se están terminando de construir las que serán las nuevas dependencias del área que rige el día a día del club, liberando espacio en el interior para su ulterior explotación.
No habrá más capacidad pero no se mojarán
En la actualidad son 81.044 espectadores los que pueden acudir al Santiago Bernabéu y eso seguirá siendo así cuando las obras finalicen puesto que, al no permitir la Justicia la ampliación del estadio, no se podrán sumar nuevos asientos.
Uno de los cambios más impactantes del nuevo Bernabéu, junto a toda la imagen exterior, será la instalación de una cubierta retráctil que permitirá a los aficionados evitar las inclemencias del tiempo.