El Manchester United sufría para superar al modesto Zorya Luhansk ucraniano en Old Trafford en la segunda jornada de la Europa League. Tras caer en el primer partido ante el Feyernoord, un nuevo tropiezo de los Diablos Rojos dejaría al United muy tocado.
Con 0-0 en el marcador, José Mourinho decidió dar entrada a Pogba. Antes de producirse el cambio, Rui Faria daba las últimas indicaciones a un centrocampista galo que se mostraba confuso ante el cambio táctico que introdujo el equipo ucraniano. Mourinho, que seguía el partido de pie en la banda, vio con el rabillo como Faria tenía serias dificultades para explicar a Paul el esquema a utilizar. Atónito, a Mou se le cambió la cara.
El luso reprendió a Faria en público y tras volver a la banda durante escasos segundos, se giró y vio como tres miembros de su staff seguían dándole vueltas a su libreta sin encontrar el improvisado esquema táctico del Zorya. En ese momento, el técnico luso explotó.
Con un caminar acelerado hacía su propio banquillo y una cara llena de cólera, Mourinho sembró el pánico entre su cuerpo técnico. Al llegar, reprendió a Giovanni Cerra, encargado de analizar a los equipos rivales, haciéndole un gesto con la mano como diciéndole "ni una, ni dos, ni tres, son cuatro veces". La cara de sus tres asistentes era un poema. Mou, indignado, decidió coger su propia libreta y seguir el resto del partido desde la banda tomando sus propias anotaciones.
Al final, Ibrahimovic salvó a los Red Devils que se impusieron por 1-0. Ese gol también salvó el sueño de Rui Faria y Giovanni Cerra, que tras el triunfo, respiraron aliviados.