El Liverpool asaltó este domingo el Emirates Stadium de Londres (3-4) y se llevó una trabajada victoria que le permite iniciar la temporada de la mejor manera posible y que pone de relieve los continuos problemas del Arsenal.
Los 'Gunners', después de finalizar en segunda posición la última campaña, confiaban en dar un paso más este año y pelear por el que sería su primer título de liga desde la campaña 2003/2004.
Arrancaron los londinenses sin '9' puro, con el chileno Alexis Sánchez arriba y Theo Walcott, Aaron Ramsey y Alex Iwobi en la mediapunta, y con su fichaje estrella este verano, el suizo Granit Xhaka, esperando su oportunidad en el banquillo.
Ante la ausencia de los lesionados Per Mertesacker, Laurent Koscielny y Gabriel, a Arsene Wenger le tocó improvisar una pareja de centrales en Callum Chambers, quien el año pasado sólo fue titular en dos ocasiones, y el joven Rob Holding, llegado procedente del Bolton Wanderers.
Por su parte, en el Liverpool, Jürgen Klopp apostó por un 4-3-3, con los rapidísimos Sadio Mané, Philippe Coutinho y Roberto Firmino arriba, y un centro del campo con Adam Lallana, Jordan Henderson y el fichaje Georginio Wijnaldum.
El entrenador teutón formó de inicio con tres de las seis caras nuevas: el propio Wijnaldum, el extremo Mané, fichado del Southampton, y el defensa central Ragnar Klavan.
El encuentro, disputado en un Emirates Stadium abarrotado, fue de ida y vuelta, y la primera ocasión de peligro la tuvo Ramsey, pero su disparo lo atrapó fácilmente un seguro Simon Mignolet, titular este domingo por la lesión del alemán Loris Karius.
Al filo de la media hora, los 'Gunners' desperdiciaron una ocasión inmejorable para ponerse por delante cuando Mignolet detuvo a Walcott un infantil penalti cometido por el errático Alberto Moreno.
En la siguiente jugada, apenas 69 segundos después, el propio Walcott recibió libre de marca -Moreno estaba totalmente desaparecido- y definió con la derecha al palo largo de Mignolet para resarcirse del penalti errado poco antes y subir el 1-0 al marcador de un Emirates que esta temporada cumple 10 años.
La mejor ocasión para los de Klopp llegó al filo del minuto 40, cuando Firmino lideró una contra tras un error en la entrega de Chambers: el brasileño cedió a su compatriota Coutinho, quien a su vez puso el balón atrás para la llegada de Wijnaldum, cuyo disparo se fue a las manos de un seguro Petr Cech.
El tanto de la igualada de los 'Reds' llegó en el tiempo de prolongación de la primera mitad, gracias a Coutinho. El '10' del Liverpool ejecutó de forma magistral desde 30 metros una falta cometida por el joven Holding sobre él y la redonda se coló por la escuadra derecha del arquero checo.
La remontada del Liverpool se completó a los tres minutos del segundo tiempo, tras una excelsa jugada combinativa ente Firmino, Coutinho y Wijnaldum que ejecutó a la perfección Lallana llegando desde atrás ante la salida de Cech.
La sentencia de los de Anfield llegó en el minuto 55, en una internada de Clyne por la derecha que Coutinho remató a la red tras llegar desde atrás y adelantarse a la defensa.
El senegalés Mané puso la guinda para los de Klopp con el cuarto gol de los suyos en el 63: recibió en la derecha, se deshizo de unos blandos Chambers y Monreal y definió con la zurda a la escuadra derecha de Cech.
Sin embargo, sólo un minuto después descontaron los locales después de una internada por la izquierda de Oxlade-Chamberlain, quien poco antes había ingresado por Iwobi, que se quitó de encima a tres defensores y soltó un disparo que mandó el esférico al fondo de la meta de Mignolet.
Wenger dio entonces entrada a Santi Cazorla y a Xhaka en lugar de Ramsey y Elneny, y a falta de 15 minutos para el final los 'Gunners' se pusieron a uno después de que Chambers rozara ligeramente una falta botada por el centrocampista español y batiera al portero belga para subir el 3-4.
Pese a las intentonas locales, el marcador no se volvió a mover y el Liverpool de Klopp, que sufrió la lesión de Coutinho, arrancó la campaña 2016/2017 de forma inmejorable, mientras que al Arsenal comprobó que todavía le queda trabajo por hacer para pelear por la liga con Manchester City, Manchester United, Chelsea, Tottenham e, incluso, el propio Liverpool.