Debacle española en Burdeos. La selección de Vicente del Bosque se las prometía felices en el estadio Malmut Atlantique, en el cierre de la liguilla de la Eurocopa, pero ha encajado una dolorosa derrota ante Croacia que la condena al segundo puesto del grupo D y, por tanto, a tener que medirse a Italia en octavos de final, el próximo lunes en Saint Denis (18:00 horas). Además, en caso de superar a la Azzurra, España tendría un camino durísimo hasta la final del 10 de julio, con Alemania como posible rival en cuartos y Francia o Inglaterra en semifinales. En caso de haber acabado primera, la Selección se habría enfrentado a un rival bastante más asequible en octavos y a Polonia o Suiza en cuartos. Dicho en román paladino: España ha hecho el canelo en Burdeos y se complica en exceso la posibilidad de conquistar su tercera Eurocopa consecutiva.
Y eso que la noche empezó bien para España, que se adelantó a los siete minutos con un gol de Morata tras una buena acción de David Silva. Pero los campeones perdieron el control de la situación y Croacia empató en la última jugada de la primera parte por medio de Nikola Kalinic. Sergio Ramos falló un penalti mediada la segunda parte, mientras que Ivan Perisic, el mejor de la noche, obró la remontada croata con su gol, a tres minutos del final del tiempo reglamentario, que dejó retratado a Ramos y a un De Gea que pudo haber hecho más.
Del Bosque, erre que erre
Se esperaban algunos cambios en el once de Vicente del Bosque. Se especuló con la posibilidad de que diera entrada a jugadores como Iker Casillas, Bellerín, San José, Thiago o Aduriz. Nada más lejos de la realidad, pues el técnico salmantino, fiel a sus ideas, mantuvo el mismo once que jugó en el debut frente a la República Checa (1-0) y contra Turquía (3-0). En el otro bando, Ante Cacic decidió no arriesgar con su estrella, el lesionado Luka Modric, ni tampoco con Mario Mandzukic. Pero no le acabaría importando al cuadro ajedrezado, que esta noche tuvo en Ivan Perisic a su mejor hombre. El extremo del Inter de Milán desbordó, fue un peligro constante en la segunda parte y, además de haber firmado el 2-1, también asistió a Nikola Kalinic en el empate croata. Un jugadorazo al que esta Eurocopa le está sirviendo de escaparate y que tal vez cambie de equipo este verano.
Lo cierto es que España saltó dormida al césped del Malmut Atlantique, encontrándose con un rival que de inicio le sorprendió con una presión asfixiante, pero reaccionó. Vaya si reaccionó. A los siete minutos, en su primera llegada con peligro al área de Subasic, la selección española se adelantó en el marcador. Fue en una jugada iniciada por David Silva, que se inventó un impresionante pase al hueco hacia Cesc Fábregas, y el jugador del Chelsea habilitó a Álvaro Morata, que sólo tuvo que empujarla ante Subasic para estrenar el marcador. El delantero, recomprado por el Real Madrid a la Juventus, es el máximo realizador del torneo con tres tantos junto a otro jugador blanco, el galés Gareth Bale.
Con el 1-0, España pasó a tener la pelota y a gustarse, llegando cada vez con más peligro al área de Subasic. Esta vez no fue Iniesta quien llevó la voz cantante, después de su impresionante partido ante Turquía. Aparecía esta noche Silva y, con él, Cesc Fábregas. El canario y el de Arenys lideraban a una España que quiso marcar el segundo gol, aunque, como el resto de sus compañeros, acabarían apagándose con el paso de los minutos. Como también Nolito. El gaditano, que podría fichar en las próximas semanas por el Manchester City, apareció con cuentagotas y, aunque llevó zozobra al área rival, acabaría diluyéndose como un azucarillo en un vaso de agua.
Y así fue cómo España pasaría de dominadora a dominada, encontrándose con una Croacia que no dudó en discutirle la posesión de la pelota. No estuvo Modric sobre el césped, pero el cuadro balcánico tiene un equipo súper competitivo y a jugadores como Rakitic, Vrsaljko, Corluka, Kalinic y, sobre todo, el rapidísimo Perisic, que fue una pesadilla para la defensa española cada vez que tenía la pelota en su poder. Como demostró en la jugada del 1-1, en la última acción de la primera parte. Un centro suyo desde la izquierda lo aprovechó Nikola Kalinic para rematar a placer ante De Gea, echando un auténtico jarro de agua fría y dando una bofetada de realidad a un equipo que, por momentos, pareció querer golear sin bajarse del autobús.
Y es que Croacia ya había llevado antes mucho peligro sobre el marco de De Gea. Así, a los 13 minutos, Rakitic superó a De Gea con una vaselina dentro del área, pero la pelota acabaría tocando en el larguero, no superó la raya de gol y la acabaría salvando Piqué... con el trasero.
Croacia, superior en la segunda parte
España atravesaba los peores minutos en el torneo y la zozobra continuaría a la vuelta de vestuarios, al inicio de una segunda parte en la que Croacia se mostraba más acertada. El cuadro balcánico sorprendía a España al contragolpe, con mucha velocidad, y Del Bosque rápidamente hizo un cambio, metiendo a Bruno Soriano por Nolito, con la intención de dar más consistencia al centro del campo. Pareció funcionarle de primeras, pero los croatas tenían muy claro cómo había que jugarle a los campeones.
Junto a Perisic, en los primeros minutos de la segunda parte también apareció Marko Pjaca, un peligroso extremo del Dinamo de Zagreb que llevó mucho peligro por la banda derecha. Ramos, dando la cara, frenaba las acometidas de este joven y espigado jugador balcánico.
Además de a Bruno, Del Bosque también metió en el campo a Aduriz por Morata y más tarde a Thiago Alcántara por un Cesc que acabaría borrándose del campo, como la mayoría de sus compañeros. Quien tampoco terminaba de aparecer como había hecho en la primera parte fue Silva, aunque una de sus pocas incursiones en el área sirvió para que el árbitro Bjorn Kuipers señalara penalti al ver un derribo de Srna que nunca existió. Ramos asumió la responsabilidad, pero tiró demasiado centrado y Subasic le adivinó las intenciones, desviando el lanzamiento e impidiendo que el 1-2 subiera al marcador.
Una acción que minó la moral de España y dio alas a Croacia, que se vino arriba y, de nuevo encomendándose a la velocidad de Perisic, terminaría por fulminar a los de Del Bosque. Así fue cómo llegó el gol a los 87 minutos: entre Busquets y Ramos terminaron por regalar el balón, y el jugador del Inter no lo desaprovechó, plantándose ante De Gea y batiendo al portero madrileño con un disparo que se coló junto a su palo. Pudo haber hecho mucho más el cancerbero del Manchester United, que acabaría contagiándose de la apatía de su equipo.
Una derrota inesperada de España pero que hace justicia al mejor juego de Croacia, especialmente en la segunda mitad. Una tontería la cometida por los campeones que le puede acabar costando muy caro en esta Eurocopa: para empezar, en vez de tener a un rival asequible como Eslovaquia, Suecia o Islandia -a la espera de que se complete esta fase de grupos-, la Selección tendrá que medirse a Italia en octavos, que no es moco de pavo. Y, aunque la Azzurra tampoco esté precisamente para tirar cohetes, ya sabemos cómo compite en estos torneos.
Ficha técnica
Croacia, 2: Subasic; Srna, Corluka, Jedvaj, Vrsaljko; Rog (Kovacic, m.82), Badelj; Perisic (Kramaric, m.93), Rakitic, Pjaca (Duje Cop, m.90); y Nikola Kalinic
España, 1: De Gea; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cesc (Thiago, m.84), Iniesta; Silva, Nolito (Bruno, m.60) y Morata (Aduriz, m.66)
Goles: 0-1, m.7: Morata; 1-1, m.45: Kalinic; 2-1, m.87: Perisic
Árbitro: Björn Kuipers (Holanda). Mostró tarjeta amarilla a los croatas Rog (m.29), Vrsaljko (m.70, Srna (m.70) y Perisic (m.88)
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada del Grupo D de la Eurocopa de Francia 2016 disputado el estadio Matmut Atlantique de Burdeos ante unos 38.000 espectadores