El Atlético de Madrid tiene en la final del sábado su partido más decisivo de la temporada y puede que de su historia si sale vencedor en Milán. Tras perder dos de dos en finales de Champions, el conjunto rojiblanco quiere hacer bueno el dicho de "a la tercera va la vencida" y para ello deberá firmar un guión de película.
Si el equipo de Simeone acaba alzando al cielo de Milán su primera Copa de Europa se habrá quitado de un plumazo dos heridas que siguen abiertas en el corazón de sus aficionados. En 1974 perdió su primera final en Bruselas ante el Bayern de Múnich tras empatar a uno en el primer partido y caer 4-0 en el desempate.
El famoso gol de Schwarzenbeck a 30 segundos del final arrebató al Atlético su primera Champions y en Lisboa, en 2014, la historia se repitió con el tanto de cabeza de Sergio Ramos en el minuto 92:48.
Son los dos peores momentos de la historia rojiblanca y la temporada 2015/2016 le ha brindado la oportunidad de sacarse sus dos espinas europeas de la mejor manera posible. Si le diesen la oportunidad a un atlético de escribir el guión de una película seguramente colocaría en el argumento la idea de que su equipo se vengase deportivamente de sus dos verdugos, algo que tienen en su mano este curso.
En semifinales eliminaron al primer equipo que les ganó una final y en Milán tendrán delante al segundo. No es la primera vez que el Atlético juega con los caprichos del destino. Ya lo hizo en 2013. Después de más de una década sin ganar al Real Madrid, Simeone y los suyos ganaron la Copa del Rey a su eterno rival y lo hicieron además en el Santiago Bernabéu.
"No hay mejor manera de firmar una revancha que ganar al mismo rival en la misma situación", piensan en el Calderón. El Atlético de Madrid quiere pasar del "casi ganamos" al "por fin somos campeones de la Champions" y eso pasa por vencer en Milán.