La Giralda presume orgullosa de ver al Sevilla... en el St. Jakob Park ganando su quinta Europa League. Simplemente increíble lo del conjunto andaluz, que ha jugado cinco finales y las ha ganado todas. Conquistó por primera vez el título hace una década, frente al Middlesbrough, y un año después repitió éxito, con el Espanyol como rival. Y ahora encadena tres entorchados de manera consecutiva tras los títulos obtenidos en 2014 (ante el Benfica) y 2015 (Dnipro).
Y eso que el rival del Sevilla no era precisamente una perita en dulce. Enfrente estaba el Liverpool, un equipo que ha dado un importante salto de calidad con la llegada de Jürgen Klopp a su banquillo hace ocho meses, y que esta noche en Basilea aspiraba a ganar su cuarta Europa League (conquistó el torneo, entonces con la denominación de Copa de la UEFA, en 1973, 1976 y 2001).
Pero este Sevilla es mucho Sevilla. Un equipo que tiene duende en esta competición. Como el propio Unai Emery bien había señalado en la rueda de prensa previa a la gran final, "la Europa League es la novia de todos los sevillistas". Cinco de cinco, razón no le falta. Otra cosa puede ser la Copa del Rey, cuya final disputará el próximo domingo el conjunto nervionense frente al Barcelona en el Vicente Calderón. Sevillistas y azulgranas, ante la oportunidad de cerrar el curso con un doblete. Lógicamente, sólo uno de ellos lo logrará. Pero de momento que le quiten lo bailao a este Sevilla, el rey de la Europa League, pues la temporada ha salido a pedir de boca después de un inicio decepcionante.
El Liverpool quiso apuntarse el primer gol en la grada, pues a Basilea acudía con 20.000 seguidores (por sólo 6.000 del Sevilla). La afición, el jugador número 12, es importante, sí, pero ya se ha visto que ni mucho menos definitivo. Y eso que la noche empezó muy bien para los Reds, que se fueron al descanso con ventaja gracias al golazo de Sturridge. Pero la charla de Emery en el vestuario surtió efecto en los suyos, pues Gameiro, el killer francés que incomprensiblemente se queda sin Eurocopa pese a su temporadón, empató nada más arrancar la segunda parte y luego apareció el capitán Coke Andújar con su doblete en seis minutos para fulminar a un Liverpool sin ideas, borrado del mapa en el segundo acto.
Si Coke se vistió de héroe esta noche, el árbitro Jonas Eriksson fue el villano con un arbitraje lamentable al escamotearle tres penaltis al Liverpool por sendas manos de Carriço, Rami y Krychowiak dentro del área. Además, desautorizó a uno de sus asistentes, que levantó el banderín para indicar un posible fuera de juego de Coke Andújar en la acción del 1-3, aunque el colegiado sueco acabaría acertando al dar validez al gol, pues había recibido el pase de un rival -en concreto, un Coutinho que tuvo una noche para olvidar-.
Superioridad 'red' en la primera parte
No hubo sorpresas por parte de Emery y Klopp, que alinearon los onces esperados, y fue el Sevilla el que salió más enchufado en los primeros minutos, ejerciendo una presión alta e incesante en campo rival. Pero el Liverpool no tardó en quitarse el corsé y poco a poco empezó a merodear el área de David Soria y a crear ocasiones claras, como las que tuvieron Emre Can y Sturridge en los primeros minutos. En esta última, Carriço estuvo providencial al despejar el balón en la misma raya de gol.
El Liverpool no tenía el balón, pero se sentía muy cómodo a la contra, aprovechando bien los espacios que dejaba el Sevilla atrás. De nuevo Sturridge apareció en el área rival, con un mano a mano bien salvado por Soria, mientras que Gameiro puso la réplica a la media hora con un remate de chilena en el segundo palo que salió desviado por muy poco. Y el primer tanto de la noche no tardó en subir al marcador. Sturridge, el goleador red, se inventó un formidable remate con el exterior del pie izquierdo para sorprender al meta español y hacer subir el 1-0 al marcador.
El Sevilla quedó muy tocado y se llevó un par de sustos más, con el propio Sturridge y Firmino como protagonistas, al no llegar a rematar ambos por milímetros un peligroso envío de Clyne desde la derecha. El cuadro de Emery pedía el descanso a gritos. Era lo mejor que le podía pasar a tenor de cómo se estaba desarrollando el partido en Basilea.
Enorme reacción sevillista
Pero el Liverpool perdonó y el Sevilla lo aprovechó. Contra todo pronóstico, la película cambió por completo a la vuelta de vestuarios y el Sevilla sólo tardó 16 segundos en empatar el partido: gran jugada de Mariano por la derecha, con caño a Alberto Moreno incluido, y balón medido a Gameiro, que no titubeó a la hora de fusilar a Mignolet.
Klopp y los suyos quedaron muy tocados y los nervionenses, que tienen magia en esta competición, acabaron por matar a los ingleses. Gameiro tuvo dos buenas ocasiones para haber hecho subir el segundo al marcador -especialmente en un remate a bocajarro desbaratado por Mignolet-, pero sorprendentemente fue Coke Andújar, un lateral derecho con alma de delantero, quien marcaría para lograr la remontada. Y, además, por partida doble para dejarlo todo visto para sentencia en Basilea.
Llegando desde atrás, el madrileño se pegó un carrerón tras una gran jugada de Vitolo para acabar fusilando a Mignolet con un gran remate y siete minutos después volvió a batir al meta francés, en una acción con polémica por su posible fuera de juego. Coke acabaría siendo el héroe de un partido que no tuvo historia en su recta final con el 1-3 en el marcador del St. Jakob Park. El Liverpool estaba muerto y el Sevilla se dedicó a dejar pasar el tiempo para volver a ganar el trofeo. Otro año más.
Un título que tiene doble premio, pues el conjunto andaluz se clasifica automáticamente para disputar la próxima edición de la Champions. El próximo domingo tratará de dar la sorpresa en la final de Copa del Rey frente al poderoso Barcelona y en agosto se medirá en la Supercopa de Europa a otro equipo español: Real Madrid o Atlético. Y es que ya lo había vaticinado Klopp -el alemán se vuelve a casa con "otra medalla de plata"- en la rueda de prensa previa a la final: "El fútbol español está al máximo nivel y todos los demás deben intentar trabajar para acercarse". Pues eso, querido Jürgen...
Ficha técnica
Liverpool FC, 1: Mignolet; Clyne, Lovren, Kolo Touré (Benteke, m.83), Alberto Moreno; Emre Can, Lallana (Allen, m.73), Milner; Coutinho, Firmino (Oriji, m.69) y Sturridge
Sevilla FC, 3: David Soria; Mariano, Rami (Kolodziejczak, m.77) Carriço, Escudero; N'Zonzi, Krychowiak; Coke, Banega (Cristóforo, m.92), Vitolo; y Gameiro (Iborra,m.89)
Goles: 1-0, m.34: Sturridge; 1-1, m.46: Gameiro; 1-2, m.63: Coke. 1-3, m.69: Coke
Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Mostró tarjeta amarilla a Lovren (m.30), Origi (m.72) y Clyne (m.94), del Liverpool; y a Vitolo (m.56) y Mariano (m.83), del Sevilla
Incidencias: Final de la Europa League disputada en el estadio St. Jakob Park de Basilea (Suiza), que se llenó con unos 35.000 espectadores, con amplia mayoría de seguidores del equipo inglés (20.000 por unos 6.000 seguidores sevillistas)