El Manchester United tendrá muy difícil disputar la próxima edición de la Champions tras perder este martes con el West Ham (3-2), en un partido aplazado de la Premier League correspondiente a la trigésimo quinta jornada. Un duelo que permite a sus vecinos del City asegurarse una plaza en la Liga de Campeones si empatan en la última jornada frente al Swansea en el Liberty Stadium.
El conjunto de Louis van Gaal cedió en su visita a Upton Park, estadio que acogió el último partido de su historia antes del traslado al Estadio Olímpico de Londres. Los Red Devils perdieron con goles de Diafra Sakho, Michail Antonio y Winston Reid, que fue el último en marcar sobre el verde de Boleyn Ground tras 112 años.
La derrota obliga al conjunto de Manchester, que contó con un doblete del delantero francés Anthony Martial, a depender del City en la última jornada. Si los de Pellegrini ganan o empatan con el Swansea, el United se quedará sin la máxima competición europea. La única opción es una derrota del conjunto que a partir del próximo curso dirigirá Pep Guardiola y que ganen su respectivo encuentro ante el Bournemouth.
El partido comenzó con 45 minutos de retraso tras los incidentes vividos en la previa del encuentro, cuando un grupo de aficionados apedreó el autobús del Manchester United a su llegada al estadio lanzando piedras, latas de cervezas y otros objetos contundentes que rompieron una de las lunas laterales del bus.