El Leicester City pinchó en casa ante el West Ham United con mucha polémica, algo que pone la Premier League al rojo vivo, pues el Tottenham Hotspur se podría poner a cinco puntos de los de Claudio Ranieri en el caso de ganar mañana en su compromiso.
Los locales arrancaron pronto a encaminar el partido con un gol del goleador Jamie Vardy, que con su zurda no desaprovechó una genial asistencia de Kanté para poner el 1-0 en el marcador. Los de Ranieri tenían el partido donde querían y mejor saben jugar.
Pero el colegiado empezó a truncarle el partido a los locales, empezando con una más que discutida expulsión a Vardy por doble tarjeta amarilla, la segunda de ellas por una simulación que no gustó nada al árbitro. Con uno menos, el Leicester apenas pudo aguantar a un West Ham que se vino arriba.
En el minuto 83 el árbitro volvió a convertirse en protagonista al señalar un polémico penalti para los Hammers , que convirtió Andy Carroll ante la inoperancia de Kasper Schmeichel,
Así, el West Ham no dudó en aprovechar lo tocado que quedó el Leicester y acabó de darle la vuelta al marcador por medio de un golazo de Cresswell ante el que nada pudo hacer el meta local.
Pero el Leicester sacó las uñas con uno menos y logró salvar un punto 'in extremis' fruto de un penalti, otro más que discutido, ejecutado por Leo Ulloa, colocando a los suyos a ocho puntos del Tottenham Hotspur a falta de que los de Mauricio Pochettino jueguen mañana su partido ante el siempre complicado Stoke,