El milagro se roza con la yema de los dedos. El Leicester, un equipo que en marzo el año pasado era colista de la Premier League, está a cinco partidos de consumar un hito histórico. Ganar la liga inglesa. Los zorros triunfaron en Sunderland (0-2) y sacan 7 puntos al segundo clasificado, un Tottenham que se impuso por tres goles a cero al Manchester United en su estadio de White Hart Lane.
El pichichi de la Premier, un Jamie Vardy que se tuvo que labrar el cobre jugando en las divisiones de aficionados hasta los 25 años, cobrando 30 libras semanales y compaginando el fútbol con su trabajo en una fábrica de férulas, marcó los dos tantos del triunfo.
Tras el pitido final, Claudio Ranieri, técnico del Leicester, no pudo evitar las lágrimas desbordado por la emoción. Unas lágrimas que huelen a campeón.
TREMENDO. Ranieri llorando después del partido. Imposible no ser del Leicester. pic.twitter.com/KDG5XDiVF4 (Vía @Christian_ESEM)
— Javier Lanza (@javierlanza) 10 de abril de 2016