
Marcó la BBC, aunque sólo dos goles -los de Benzema y Cristiano Ronaldo-, y no tres, acabarían subiendo al marcador en el Clásico que FC Barcelona y Real Madrid disputaron esta noche en el Camp Nou.
A los 80 minutos, cuando el marcador todavía era de 1-1, el árbitro Hernández Hernández anuló injustamente un gol a Gareth Bale al interpretar que cometió falta en el salto ante Jordi Alba. El galés, que remató de cabeza un balón colgado desde la izquierda por Cristiano Ronaldo, batió a Claudio Bravo, pero el colegiado no dio validez al tanto a instancias de uno de sus asistentes.
Una acción que espoleó al Madrid, que poco después acabaría logrando el tanto del triunfo merced a Cristiano, pese a que sólo unos segundos antes los blancos se quedaban con diez al ver Sergio Ramos la segunda tarjeta amarilla.