Eliminados de la Copa del Rey y sin casi opciones de ganar la Liga, el Real Madrid afronta un final de temporada más habitual de lo querido en el club. No es una situación primeriza y pese a ello, comienza a surgir cierto optimismo en los jugadores, cuerpo técnico y directiva respecto al final de la temporada. Después de dos meses con resultados irregulares, Zidane ha conseguido establecer una hoja de ruta. El técnico tiene por fin un plan.
En muy poco tiempo, Zizou ha dado muestras de estar perdido. Ha cambiado en varias ocasiones su idea futbolística y no acababa de definir un once titular que le diera la confianza y tranquilidad necesaria. Tras varias pruebas, el entrenador ya tiene en su mente ese equipo. El mismo que goleó al Sevilla –"Jugando así podemos hacer cosas importantes"–, será el que intentará ganar en el Camp Nou y probablemente al Wolfsburgo el próximo miércoles. El entrenador tiene los planes claros y a partir de ahí, está trabajando con tranquilidad estos días en Valdebebas.
El optimismo no sólo se basa en un sorteo benévolo o en que Zidane tenga ya una hoja de ruta definida. A esto hay que sumarle que el Real Madrid después de una temporada aciaga, no tiene ningún jugador lesionado en el primer equipo. Zidane podrá contar para el tramo decisivo con la BBC al completo. Ronaldo viene de marcar con Portugal y tanto Benzema como Bale han tenido prácticamente dos semanas para su puesta a punto. El galés renunció a Gales y Francia no convocó al delantero. Zidane podrá contar con un trío atacante que sólo ha coincidido esta temporada en 14 partidos, 12 en Liga y 2 en Champions, donde centrarán sus esfuerzos. Entre los tres jugadores suman cerca del 80% de los goles del Real Madrid y el equipo ha notado las lesiones de Benzema y Bale, que han tenido estos días un trabajo específico en Valdebebas.
Han sido días de tranquilidad en la ciudad deportiva del Real Madrid. Zidane ha podido trabajar varios aspectos que le era imposible con el día a día habitual de partidos cada tres días. En pocas semanas sabremos si el optimismo que ha traído la primavera al Real Madrid es una cuestión pasajera.