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Tres minutos de oro ante el Athletic alejan del pozo al Espanyol (2-1)

En una gran segunda parte, el equipo local remontó el tanto inicial de Eraso gracias a los goles de Diop y Caicedo.

Caicedo, autor del 2-1 del Espanyol. | EFE

No está la lucha por el descenso como para regalar puntos en casa y los equipos de la parte baja se encomiendan a sus respectivos estadios para evitar el infierno de Segunda. En Cornellá, el Espanyol ofreció en 90 minutos lo que le ha colocado cerca del pozo y lo que le ha alejado del mismo. El equipo de Galca fue uno en la primera parte y otro en la segunda, pero su reacción en el último acto del choque obtuvo el premio merecido.

El Athletic, pese a todo, pudo sacar petróleo si hubiese sentenciado cuando tuvo la ocasión, pero en la recta final del campeonato el que perdona paga y el equipo de Valverde lo hizo.

Polémica y dominio rojiblanco

El choque en Cornellá empezó con dos equipos con ganas de ver portería desde el primer minuto. El Athletic, consciente de que un partido igualado durante mucho tiempo podía hacerle notar en demasía el desgaste europeo, se hizo con el dueño de la pelota y fue el claro dominador en el primer acto. Los locales, imprecisos en cada jugada ofensiva, fueron incapaces de salir desde atrás con criterio y cometieron demasiados errores ante un rival perfectamente colocado sobre el césped.

El Athletic fue acercándose poco a poco al área de Pau López, pero a base de latigazos, el Espanyol fue capaz de crear el peligro justo para haberse llevado un premio mayor al que cosechó antes del descanso.

Sería en campo bilbaíno donde se originaría la jugada más polémica del choque con un posible penalti de Etxeita sobre Gerard. La falta fuera del área fue clarísima, el posible derribo en el interior de la misma es más que discutible y el color de la camiseta puede influir en la objetividad de muchos. Lo único seguro es que el colegiado no señaló absolutamente nada. Ni falta, ni penalti, ni amarilla, ni roja. Cornellá estalló contra Prieto Iglesias y a partir de ahí todo se complicaría para el conjunto de Galca.

Poco tiempo después de la acción entre Etxeita y Gerard Moreno llegó el tanto de Eraso en el 19’. Incomprensible que el Athletic tuviera dos opciones de disparo casi a bocajarro en el corazón del área. Pau sacó la primera, pero en el segundo disparo de Eraso el 0-1 subió al luminoso.

De un posible penalti a un gol en contra y lo peor no fue la falta de reacción del Espanyol, que la hubo, sino la falta de precisión en cada acción y la lentitud en el juego. El Athletic estuvo cómodo con el marcador a favor y con un poco más de acierto todo hubiese cambiado de cara a una segunda mitad con claro color blanquiazul.

Tres minutos, dos goles y victoria

En la reanudación se vio al Espanyol que merece quedarse en Primera División. Galca acertó con los cambios, el equipo logró sumar a su capacidad de reacción la precisión que tanto echó de menos anteriormente y en tres minutos se pasó del 0-1 al 2-1.

Es cierto que el Athletic fue inferior a su rival al salir de vestuarios, pero si Eraso llega a convertir en gol un regalo de la zaga perica en los primeros compases de la segunda parte quizá los puntos hubiesen tenido acento vasco y no catalán.

El Espanyol fue acumulando ocasiones, la mayoría claras, y tuvo su recompensa en el 54’. Antes de que Valverde pudiese meter a San José en el campo para recuperar el empaque de su equipo, Diop apareció en un saque de esquina para cabecear a gol un servicio de Abraham. Ahí desapareció el Athletic y se llevó el gato al agua el Espanyol ya que sólo dos minutos después, Caicedo, uno de los cambios de Galca, se encargó de remontar el choque y ponerlo cuesta abajo para su equipo.

Con Europa aún en las piernas de sus futbolistas, la reacción de Valverde fue rápida y doble. Si con San José se buscaba más control en el centro, con Raúl García y Beñat la idea era volver a generar peligro. Aduriz estuvo desasistido todo el encuentro y con su delantero estrella inactivo, el cuadro rojiblanco se encomendó a un balón dividido o a una segunda jugada que nunca llegaría.

El Espanyol, ya con ventaja en el luminoso, empezó a jugar su partido. Poco fútbol se pudo ver en la recta final del choque aunque los locales estuvieron cerca de anotar el 3-1 en una buena contra finiquitada con un disparo al palo por Mamadou. El ‘28’ entró al campo por la lesión de un desesperado, pero efectivo Caicedo.

Cornellá tuvo que sufrir hasta el final para celebrar la victoria y más de un susto se llevó con algún balón perdido que pudo caer en los pies de cualquier jugador. No hubo fortuna para el Athletic, sí para el Espanyol, que sumó una nueva victoria y logra un colchón importante para mirar de lejos el descenso.

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