El Leicester, líder de la Premier League, está poniendo patas arriba el fútbol inglés y su propia ciudad. Según un informe hecho público por unos estudiantes de geología de la Universidad de Leicester, el gol que Leo Ulloa marcó en el minuto 89 ante el Norwich, y que dio el triunfo de forma agónica a los zorros (1-0), provocó un seísmo de 0,3 grados. Los cimientos del King Power Stadium se removieron, literalmente, fruto del grado de locura que alcanzó la afición del equipo que entrena Ranieri.
Richard Hoyle, estudiante de geología de la Universidad de Leicester, explica el fenómeno: "Días antes, habíamos instalado una serie de equipos de análisis en un colegio cercano al estadio para analizar una serie de fenómenos sismográficos que ocurrían los días de partido. Descubrimos, posteriormente y tras analizar los resultados obtenidos, que había una correlación exacta entre los goles del Leicester y las señales sísmicas. Nuestros aparatos detectaron un pequeño terremoto producido por la energía de la celebración en el momento del gol".
El seísmo provocado por el gol de Ulloa no es un hecho aislado. Ante el West Bromwich, Drinkwater marcó el tanto del empate y se registró un seísmo de 0,1 grados. Ulloa, el provocador del terremoto de Leicester, lo tiene claro. "El apoyo de los aficionados es increíble. Siempre están con nosotros". Con 5 puntos por encima del segundo clasificado, el Tottenham de Pochettino, al Leicester le quedan 9 jornadas para, a sus 132 años de historia, firmar un título histórico -jamás ganó la Premier-.