La situación de Olympique de Marsella en los últimos años y la mala racha del equipo actualmente en la Ligue 1 están provocando que la afición del club galo pierda la paciencia. En el Velodrome, el conjunto entrenado por Míchel lleva cinco meses sin sumar los tres puntos y fuera de su casa tampoco encuentran la regularidad.
Viendo los datos y las estadísticas se podría pensar que un equipo que marcha 11º en liga está muy lejos de su objetivo a principio de curso, la Champions, pero sólo están a cinco puntos de clasificarse para la máxima competición continental. Aún así, nadie está contento por Marsella.
El último choque ante el Saint-Etienne acabó en empate a uno y en Francia incluso se habla de desavenencias entre la plantilla y el entrenador. El último altercado tuvo lugar entre algunos ultras del equipo y Míchel. El míster español, según informa la radio francesa RTL, fue zarandeado por varios aficionados cuando se encontraba en su coche, incluyendo patadas.
El técnico madrileño quiso restar importancia al hecho: "No me siento amenazado. Pienso en hacer mi trabajo y nada más. El entrenador no es lo más importante, lo son los jugadores".