Estadio Velodrome de Marsella. Partido de ida de dieciseisavos de final de la Europa League entre el Olympique y el Athletic Club de Bilbao.
Corría el minuto 8 de la segunda parte cuando Óscar de Marcos controla la pelota con la rodilla y la retrasa para Gorka Iraizoz. El portero del Athletic despeja de primeras en largo y encuentra la cabeza de Sabin Merino.
El balón va cayendo del cielo con nieve y Aritz Aduriz, el killer de San Sebastián, no se lo piensa dos veces: conecta una formidable volea con el pie derecho desde más de 30 metros, sin dejar botar el esférico, para superar a un Steve Mandanda ligeramente adelantado y colar la pelota en la portería rival.
Un gol de bandera, sencillamente antológico. Aduriz y su compañero Iñaki Williams se fueron corriendo a la banda para celebrarlo junto al técnico Ernesto Valverde. No era para menos.
Un tanto que, a expensas del choque de vuelta la próxima semana en San Mamés, bien puede valer el billete para octavos de la Europa League. Y, por qué no, es un motivo más para que Vicente del Bosque lo llame para la selección española.
Y es que, pese a sus 35 primaveras recién cumplidas, Aduriz está en un grandísimo momento de forma, en el mejor de su vida: lleva ya 26 goles esta temporada, igualando la mejor marca de su carrera. Y aún tiene tres meses por delante para seguir haciendo goles, que seguro alguno más caerá.