El debate de cuál es la mejor Liga del Mundo, si la española o la inglesa, siempre está encima de la mesa. Muchos defienden que la 'Liga BBVA de Las estrellas', es la más competitiva y la de más nivel en cuanto a jugadores se refiere. Sin embargo, la igualdad que reina en la Premier, donde cualquier equipo puede hacerte morder el polvo, la convierte, sin duda, en mucho más entretenida y divertida.
El reparto de los derechos televisivos es más equitativo en Inglaterra, donde todos los equipos gozan de recursos para fichar a jugadores de cierto nivel, algo que no sucede en España. Además, la Premier genera muchos más ingresos que la Liga BBVA.
Partidos como el que en la tarde del sábado disputaron el Norwich y el Liverpool, sin duda, suponen un argumento de peso para los que defienden a la Premier como la mejor Liga del Mundo.
Llegaban los de Jürgen Klopp a Carrow Rod instalados en la 8º posición, y para no perder el tren europeo, debían ganar a unos 'Canarios' que luchan por evitar el descenso. El partido, que dignifica al fútbol, fue una montaña rusa de sensaciones. Una bendita locura para el espectador.
Comenzaron muy bien los Reds, y a los 18 minutos de juego se pusieron por delante gracias a un tanto de Firmino. Sin embargo, reaccionaron rápidamente los 'Canaries' y apenas diez minutos después Dieumerci Mbokani, con un gol de tacón desde el área pequeña, subió las tablas al marcador.
Se aprovecharon los locales de las deficiencias defensivas del español Alberto Moreno y vieron portería dos veces más merced a la buena labor del debutante Steven Naismith. El internacional escocés, llegado entre semana procedente del Everton, marcó el 2-1 y provocó el penalti del tercero.
Ahí se congelaron los pupilos de Alex Neil, que vieron como apenas 96 segundos después Henderson reducía diferencias. Firmino fue el encargado de igualar la contienda de nuevo en el minuto 63 después de una gran jugada colectiva.
Con 3-3 y el partido roto, Milner aprovechó, a falta de un cuarto de hora para el final, un error de Russell Martin para poner nuevamente por delante a los suyos y dejar el choque casi sentenciado.
Sin embargo, dos minutos dentro del tiempo de descuento, el defensa francés Sebastien Bassong con un zurdazo desde dentro del área batió a Simon Mignolet para júbilo de la hinchada local, confiada de haber rescatado un valioso punto.
Propio de un guión tarantiniano, aún habría un giro final al destino del partido. Klopp había protestado los cinco minutos de alargue que concedió el colegiado de la contienda...pues bien en el minuto 94 apareció Adam Lallana, intermitente en el partido de Carrow Rod como durante toda la temporada, para recoger un balón en el punto de penalti y rematar de primeras con la zurda para batir a Rudd y dar a los 'Reds' una victoria vital en sus aspiraciones europeas, para alegría de Klopp en la banda y de la hinchada del 'Pool'. La oda al fútbol había terminado.