Este pasado fin de semana se confirmaba un secreto a voces. Pep Guardiola no renovará su contrato con el Bayern de Múnich. A pesar de los esfuerzos de la directiva bávara para que el de Sampedor continuara en Munich, Pep lo tenía claro.
Tres temporadas, en las que ha brillado en la Bundesliga sumando cifras históricas y por contra, firma un fracaso rotundo en Europa -veremos como termina este curso-, es su balance en Alemania.
Guardiola sabe que su estilo de entrenar es muy exigente y considera que más de tres temporadas al frente de un mismo grupo puede ser ser peligroso. Su mensaje y su impronta asfixian y ya sabemos como se las gastan hoy en día las super estrellas de este deporte. Aún así, en los tres años en los que han estado a las órdenes del técnico catalán, la plana mayor de su vestuario siempre le ha apoyado. Pero la exigencia cansa y a Guardiola le ha venido a buscar otro 'transatlántico' muy jugoso. El Manchester City.
La llegada hace justo ahora tres años de Ferran Soriano y de Txiki Beguiristain al conjunto celeste de Manchester, fueron dando forma a la 'barcelonización' de un City que desde hace tres años tenía un objetivo entre ceja y ceja: fichar a Pep Guardiola como técnico.
La estrategia de los Citizens
La sorprendente renovación de Manuel Pellegrini el año pasado tras no superar, una vez más, los octavos de final de la Champions League olía a chamusquina. Todo formaba parte de una estrategia. Esperar a 2016 para hacer realidad el gran sueño de Soriano y Beguiristain. Convencer a Guardiola para sumarse a un proyecto que tiene unos cimientos muy sólidos.
Se está trabajando muy bien con la cantera. La base tiene un toque único en el mundo. En su día, se mezcló lo que más gustó de más de 30 instalaciones que el club visitó por cuatro continentes (incluida La Masía y La Fábrica) y se le dio un toque especial, una filosofía basada en la comunidad y los aficionados, el ADN del club en toda su historia: la ciudad deportiva está en Manchester y no en las afueras. Pero eso no es todo, también se crearon escuelas a las que acuden la gente de barrio. Además, la red de ojeadores repartida por todo el mundo es una de las más eficientes del momento. Se fichan realidades y también perlas.
Todo esto unido al gran plantel con el que cuenta el City en la actualidad, y un cheque en blanco para fichar, han terminado de seducir a un Pep Guardiola, que como sucedió en su día cuando llegó al Bayern, tomará las riendas de un autentico equipazo.
El matrimonio City - Guardiola ha sido confirmado hoy por la revista alemana 'Kicker'. Estaba cantado. Tras tres años de rondarle, de seducirle, hoy, Soriano y Beguirstain, esbozan una gran sonrisa. Ha caído.