Deambulan por Europa y por Italia mientras su entrenador, Rudi García, es cuestionado por su afición. Este es el panorama actual del rival del Real Madrid para los octavos de final. Consiguieron la clasificación más triste de los 16 equipos que todavía están en liza. Pasaron de milagro, con sólo seis puntos -récord negativo de puntos en la historia de la Champions- 16 goles en contra y pidiendo la hora con un empate a cero en la última jornada ante el Bate Borisov. El equipo bielorruso estuvo a punto de eliminarles y sólo el empate del Barcelona ante el Leverkusen permitió que la Roma no cayera eliminada.
La alegría que despertó el juego de Rudi García a su llegada hace dos temporadas, se ha ido diluyendo poco a poco y ahora su equipo no transmite casi nada. Sin un once fijo, sigue insistiendo en el 4-3-3 en el que Totti, lesionado, ya no es la estrella. Su líder es Pjanic, quien ya eliminó al Real Madrid con un gol en el Olimpique de Lyon. Es de los mejores lanzadores de falta de todo el mundo. Por detrás sigue destacando el mítico De Rossi pero no tiene la calidad suficiente para imponerse a los rivales.
Sin duda donde está el peligro de esta Roma está en las bandas donde tiene mucha velocidad. Al explosivo Gervinho, se le ha unido el egipcio Salah que llega cedido por el Chelsea. En punta está un ex del Manchester City, Dzeko, otro bosnio, como Pjanic. Desde el banquillo aportan el español Falqué y el argentino Iturbe. Son muchos nombres pero poco equipo. Les falta ser un bloque que divierta como hacían hace un año.
Perdieron hace unas semanas por 6 a 1 ante el Barcelona y es que es un equipo fragil en defensa y que se deja ir si el encuentro se complica en exceso. Les falta fortaleza en todos los sentidos. En la Serie A, son quintos a siete puntos del Inter de Milán. Un equipo goleador -30 tantos- pero que encaja demasiado -18 goles en 16 jornadas- y que va en caída. De los últimos seis partidos, sólo ha podido ganar uno, ante la Lazio.