Jorge Mendes es el mayor tiburón del fútbol mundial. Reconocido como el mejor agente FIFA del mundo en los tres últimos años, recién ingresado en el club de los 50 portugueses más ricos, los reconocimientos se suceden como si su capacidad para el éxito no tuviera fin.
A través de su empresa, Gestifute, que tiene una organización familiar -tan sólo cuenta con 30 trabajadores-, tiene en su poder los derechos federativos de jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo, James, Di María, Diego Costa, Falcao...jugadores que han firmado, curiosamente, algunos de los traspasos más sonados y más costosos de los últimos años -Mendes, al igual que el resto de los agentes, se lleva hasta un 10% del montante total de las operaciones de compra-venta de sus representados-.
Los inicios de Mendes
El tiburón luso hizo su primera operación con la persona a la que considera 'su padrino'. Augusto César Lendoiro. Al expresidente del Depotivo de la Coruña le cameló día a día hasta conseguir su objetivo. Daba igual si tenía que esperar horas y horas para hablar con Lendoiro por no disponer de cita previa. Al final, Nuno fichó por el conjunto gallego. Y de ahí, en tan sólo cinco años, al estrellato.
Con muchos puntos oscuros sobre su fulgurante ascensión, el rastro de sus operaciones revela que, primero, asaltó el Oporto y luego el Benfica, los dos grandes clubes de su país, hasta convertir Portugal en un vivero de especias en la que los futbolistas sudamericanos eran su cheque preferido para engrosar su cartera (Di María en el Benfica, Falcao en el Oporto, Diego Costa en el Sporting de Braga, entre otros).
Movía jugadores y entrenadores, pero, además, garantizaba líneas de financiación. Llegó a ejercer una suerte de monopolio de la propia selección portuguesa, seleccionadores incluidos. El último dato es elocuente: "La preselección portuguesa para el Mundial de Brasil contaba con 30 jugadores, 18 de los cuales eran de Mendes (además del técnico Paulo Bento) y el resto de otros agentes, ninguno de los cuales colocaba más de un jugador", cuenta un periodista del diario Público.
Equipos al amparo de Mendes
George, como le gusta que le llamen, es un tipo inteligente. Además de ganarse a parte de la prensa -a la que cuida con mimo con sus confidencias y, en ocasiones, con sus fiestas, como las que organiza en su casa de La Finca, en Madrid- para que se proyecte una imagen de sí mismo adecuada, sabe que dominar o tener una gran relación con algunos de los principales magnates del mundo del fútbol, abrirá las puertas de par en par a sus transacciones.
Tres marionetas...y muchos amigos
En Portugal el Sporting de Braga. En Francia, el Mónaco, en España el Valencia. Son sus 'marionetas'. Juega al monopoli colocando jugadores y poniendo en el escaparate sus piezas.
Mendes, además, tiene una excelente relación con equipos como el Real Madrid, el Atlético, el Chelsea o el PSG. El Deportivo era otro club donde Mendes tenía una gran importancia a la hora de configurar la plantilla, pero con la salida de Lendoiro, el mercadillo coruñes se terminó.
El caso del Valencia
Lim, amigo personal del agente portugués, se guía por los consejos de un Mendes que es el que 'colocó' a Nuno en el banquillo de Mestalla. El magnate singapurense no cuenta con director deportivo. Ayala, el anterior encargado de esa parcela, salió huyendo despavorido cuando vio como funcionaba el nuevo modelo. No vale de nada el trabajo de campo, el buen ojo, ni el visionar infinidad de vídeos. Si el futbolista en cuestión no tiene conexión con Mendes, no interesa.
El último servicio del 'Consigliere'
Tener un entrenador de la 'rueda' de Jorge Mendes es clave para el proyecto. Debe amoldarse al tipo de gestión que reina en Valencia y tener claro a quiénes debe dar prioridad a la hora de hacer su equipo. Nuno era perfecto. Acataba las órdenes y entendía el modelo.
El técnico portugués, antes de quedarse sin fuerzas y tirarse por la borda del 'crucero', hizo un último 'favor' a su 'padrino'. El Valencia se jugaba gran parte de sus opciones de futuro en la Champions League en el partido frente a un Zenit ya clasificado. Todo el valencianismo se quedó boquiabierto cuando vio la alineación inicial.
Un murciano, canterano ché, Rafa Mir, estaba en el once. El jóven de 18 años debutaba en partido oficial con el primer equipo en una cita de máxima exigencia. Curioso...y ¿valiente? Así se podría entender la decisión de Nuno, si no fuera porque Rafa Mir es representado por...¡Bingo! Jorge Mendes.
Rafa Mir, el canterano de Mendes
18 años. 1,89 de estatura. Murciano. Delantero goleador. Aún en edad juvenil, tan sólo había disputado cuatro partidos con el filial del conjunto ché, el Valencia Mestalla, en Segunda B. Cinco goles en la Youth League fueron aval suficiente para entrar como titular en el partido en el que el Valencia se jugaba la vida. Había que poner los focos para lucir el producto.
La cosa no salió bien. El delantero marró una clara ocasión y en el descanso fue sustituido por Santi Mina.
El tiburón, a la caza y captura de 'Mirlos Blancos'
Mendes no sólo controla una buena parte de las principales figuras del fútbol mundial, también, desde hace años, dispone de una extensa red de ojeadores repartida por todo el Mundo que tienen una misión: detectar mirlos blancos capaces de dar réditos económicos en un futuro.