Rafa Benítez no tiene nada en contra de James Rodríguez. Le considera un excelente futbolista. Pero, como le ha pasado en otros casos, se ha metido en un problema que crece y empeora con el paso de los días. Un asunto que ha llegado a las altas esferas del club después del mensaje del jugador tras jugar con Colombia. Les preocupa y disgusta cómo Benítez está manejando la situación de un jugador que es catalogado en el palco como "un futuro Balón de Oro".
Durante las últimas semanas, jugador y entrenador se han lanzado varios mensajes que no han sido bien vistos por la directiva. De ahí que no estén de acuerdo en lo que está haciendo Benítez al respecto. James no jugó ante el PSG y, a los pocos días, el colombiano dejó el primer recado al comentar que "estoy bien desde hace 15 días".
Una idea contraria a la de Benítez, que no se arrugó al afirmar tras la derrota en Sevilla que a James "le falta mucho aún". Esta declaración le sentó fatal al jugador, que en Colombia le comentó a varias personas que no estaba de acuerdo en cómo estaba gestionando sus apariciones y el posterior mensaje en rueda de prensa en el Sánchez Pizjuán. Idea compartida por la directiva, que se posiciona del lado del jugador.
Si Benítez no cambia su parecer, James será suplente ante el Barcelona. Lo tenía pensado desde hace días y lo confirmó tras el entrenamiento del jueves. Si hace lo que él quiere, no jugará este sábado. No porque no le guste, sino porque sigue creyendo que no está en la forma suficiente para quitarle el puesto a otro jugador.
En la rueda de prensa previa al clásico, Benítez no ha querido confirmar a James como titular si éste estuviera al cien. Y lo más importante: a diferencia de la conversación que mantuvo con Sergio Ramos y de la noticia del diario Marca acerca de la reunión que mantuvo con la plantilla este semana, no ha querido desmentir que el mensaje de James -"para los que dicen que no estoy bien"- tuviera a Benítez como destinatario. "Lo esencial es que esté en buenas condiciones", se ha limitado a contestar.
El polvorín que existe entre James y Benítez puede ir a peor. Si el entrenador, consciente de la opinión de la directiva, sigue en sus trece y no pone de titular a James ante el Barcelona, continuará el disgusto del jugador. Es la visión y la filosofía del técnico y así lo ha hecho saber hasta en tres ocasiones: "Llevo 30 años gestionando vestuarios y no voy a cambiar". La directiva no se mete en asuntos deportivos. Simplemente tienen una preocupación que crece por momentos por el poco feeling que existe entre "un futuro Balón de Oro" y su entrenador, que ha firmado por tres temporadas.