Al menos una buena noticia para Rafa Benítez ante los numerosos inquilinos que, aún a día de hoy, siguen abarrotando la enfermería del Real Madrid.
Marcelo, que el pasado martes se lesionó a la media hora del partido contra el París Saint Germain y tuvo que dejar su puesto a Nacho -el canterano fue el autor del único gol de un encuentro para el olvido-, no está lesionado. Puede respirar tranquilo el madridismo.
El brasileño sólo sufre una "contractura en el muslo de su pierna izquierda", según reza el parte médico emitido por el Real Madrid, y, aunque el club no quiere aventurarse con el período de baja -"pendiente de evolución", se limita a señalar-, el jugador en principio estará entre diez y quince días de baja. De esta forma, el 12 blanco no jugará el domingo contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, aunque en principio sí llegaría a tiempo para disputar el clásico del 21 de noviembre frente al Barcelona en el Santiago Bernabéu.
No obstante, en el Real Madrid andan con la mosca tras la oreja y temen que Dunga, seleccionador brasileño, convoque a Marcelo de cara a los dos próximos partidos de la Canarinha, de clasificación para el Mundial de Rusia 2018: el día 12 contra Argentina y cinco días después frente a Perú.
En el club blanco están más que cansados del virus FIFA. Jugadores como James, Karim Benzema, Gareth Bale y Luka Modric han sido esta temporada víctimas de las lesiones mientras estaban disputando partidos con sus selecciones. No quieren otra más. Además, Benítez tampoco puede permitirse el lujo de perder a uno de sus jugadores más en forma esta temporada -junto a Keylor Navas y Casemiro-, además de ser el único lateral izquierdo puro que tiene en la plantilla.