El pichichi que no terminaba los partidos y otras historias del Real Madrid

A Rafa Benítez le interesa el fútbol. Habla de lo que sabe, que es este deporte. Pasa de incendios y de polémicas pero pese a su intuición, sale de un problema para meterse en otro. Se han disputado ocho jornadas de liga y el entrenador del Real Madrid ha tenido problemas con Jesé, James, Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos y Karin Benzema.

En esta ocasión, hablaremos de la situación del delantero francés. El gatito o ¿era el perrito? La cuestión es que este animalito, después de más de un par de entrenadores, de varios intentos de motivarle, ha crecido. Ya es un tigre o ¿es un perro? Es lo mismo. La clave es que Benzema, por fin, se está convirtiendo en el delantero que muchos demandaban. Ni Pellegrini, Mourinho o Ancelotti, consiguieron exprimir todas las cualidades del que se supone es el delantero del Real Madrid, el goleador. Esa faceta, que muchos aficionados demandaban de él, ha salido a relucir con y gracias a Benítez. Le puso un reto y el jugador aceptó. Y de momento es el pichichi de la primera división en España. Siete goles en ocho partidos.

Entonces, ¿Por qué Benzema está a disgusto con Benítez? Porque el entrenador, que tiene todo el mérito del buen momento del francés, es también el responsable del enfado de su jugador. Karim, un futbolista que nunca se ha distinguido por los goles, a quien su antiguo entrenador, Ancelotti, nunca le exigió que viera portería, ahora sí se le pide una nueva responsabilidad. Él, como buen profesional, lo acepta y sigue sin perder el resto de cualidades que le han hecho ser el mejor aliado de Bale o Cristiano por ejemplo. Baja a recibir, es un centrocampista más, se pelea con los defensas y de los de arriba, es el primero en asumir que tiene que sacrificarse en defensa. Benzema aprueba las asignaturas de siempre y en la nueva, saca sobresaliente y como premio, tiene la sustitución.

Lleva un gol más que Ronaldo, con 31 disparos menos

El domingo, en el Vicente Calderón, Gareth Bale se preparaba para saltar al terreno de juego. Todavía no había salido el dorsal e Isco ya se perfilaba para sustituirle. El malagueño daba a entender que ya había asumido su rol. Benzema, todavía no. Cuando sale el cuarto árbitro para realizar una sustitución en el Real Madrid, él sigue pensando que no será su turno. La realidad le está pegando una y otra vez de frente. En los ocho partidos que ha disputado, en seis no ha terminado el encuentro. Es el jugador más sustituido del Real Madrid.

Los números hasta ahora reflejan a un delantero eficaz. El más eficaz de toda la liga. Lleva 11 remates a puerta en liga, 16 en total y seis han terminado en gol. Es casi un 50%. Unas cifras muy lejanas a las de Ronaldo que ha anotado cinco goles –todos ante el Espanyol- en 23 disparos a puerta, 47 en total. Son 31 disparos de diferencia.

Y a esto, hay que sumarle el que Benzema es un centrocampista más. Podemos compararle con el delantero centro titular del Barcelona: Luis Suárez. El jugador del Real Madrid, en 439 minutos, ha dado 127 pases para anotar 6 goles. Luis Suárez, ha marcado 3 goles, ha dado 126 pases, pero en 540 minutos. Son 100 minutos más, un partido y medio de diferencia.

Benzema tiene una misión, no imposible, pero casi imposible. Tiene que marcar y casi sin pisar área. Los datos reflejan que el delantero centro del Real Madrid como tal, es una posición que comparte junto a Ronaldo. Benzema, a penas estuvo en área contraria en partidos contra Betis, Espanyol, Granada o el último ante el Atlético de Madrid.