El Gobierno podría ayudar al Barcelona en el caso Arda

El Barcelona sigue teniendo opciones de utilizar a Arda Turan antes de los previsto: el 1 de enero de 2016. El jugador turco sería el recambio de Rafinha, lesionado de gravedad en Roma durante el primer partido de la fase de la Champions en el estadio Olímpico de la ciudad italiana.

Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, se mostró cauto con la posibilidad de que el Barcelona pueda inscribir al centrocampista turco, declaró que es "un tema jurídico y hay que estudiarlo con detalle" y aseguró que la sanción que padece el equipo catalán es de la FIFA y su compromiso es con la legislación española.

La respuesta de la FIFA ante esa hipótesis fue que el reglamento de la RFEF "podría entrar en conflicto" con la normativa que regula estas situaciones y por ello el Barcelona reclamó al máximo organismo del fútbol "la necesidad de concreción en su respuesta, en un sentido afirmativo o negativo".

Para Cardenal, que dice "conocer" el tema, "la circunstancia se basa en la eventual discrepancia entre la reglamentación de la RFEF y la de la FIFA".

"Esa posibilidad precisa de una decisión inicial del propio FC Barcelona. A mi me gustaría recalcar dos mensajes. Sería bueno, y es una tarea que corresponde a las autoridades deportivas del fútbol, como la RFEF, que sus reglamentaciones estén coordinadas con las de la FIFA. No pueden existir distintas y éstas den lugar a las disputas como ha ocurrido en el pasado", comentó Cardenal.

"Luego está nuestro compromiso con la defensa de la legislación española. La decisión la tiene que tomar el Barcelona y si decide hacer valer sus derechos de una determinada manera, es a él al que le corresponde tomar esta decisión", manifestó el presidente del CSD, que se mostró cauto al hablar sobre este asunto.

"Es un tema jurídico y habría que estudiarlo con detalle y conocer los pormenores. Es una sanción de la FIFA de la que ni el CSD ni la Administración Española ha sido parte. No conocemos los extremos ni detalles", confesó.

"Lo que nosotros defendemos es el ordenamiento español y la aplicación de la legislación española. La hipótesis de la que se parte, que es de lo que no me quiero pronunciar ahora, es que la legislación española favorecería los intereses del Barcelona. Si fuera así, no tengan la menor duda en dar soporte a que se cumple la legislación española", concluyó.