Hace años, los jugadores del Real Madrid empapelaron Valdebebas con la figura de Piqué con la mano abierta, recordando el 5 a 0 en el Camp Nou. Ese gesto motivó a los jugadores, que al final consiguieron doblegar al Barcelona en bastantes ocasiones, hasta la salida de Guardiola. Ahora sucede algo parecido. Se ha cambiado de rival y el equipo que pone al vestuario del Real Madrid es el Atlético de Madrid. Es más, esas tremendas ganas de vencer a los vecinos, se comparte en la directiva del club, muy dolida tras la derrota por 4 a 0 la pasada temporada.
La goleada fue un dolor intenso que dejó secuelas en forma de destitución, como la de Ancelotti y todavía se tiene grabada esa derrota pese a la venganza que tuvieron en la Champions League con el pase a semifinales. Esa derrota fue un antes y un después en el Real Madrid. Florentino Pérez, perdió la confianza en Ancelotti. La imagen que dieron los jugadores, provocó que el presidente bajara al vestuario y organizará una reunión en Valdebebas al día siguiente.
Muchos jugadores no han olvidado lo sucedido, sienten que tienen una deuda con la afición y han marcado el 4 de octubre en rojo. Es una cuestión de orgullo. "Están especialmente motivados", cuentan desde Valdebebas.
Benítez tiene muy estudiado al Atlético de Madrid
Desde que saliera el calendario de la primera división en España, Benítez tenía claro que si todo iba bien, habría rotaciones en Malmoe pensando en el partido del Calderón. No se ha cumplido su plan por las numerosas lesiones. Hubiera querido que algunos jugarán el miércoles para coger ritmo de competición, pero tampoco ha querido correr ningún riesgo. Si nada cambia, recuperará a Bale, James y Ramos, pero no está claro, salvo el caso del central, del tono físico de los jugadores y más si enfrente está el Atético de Madrid, un equipo tan intenso.
Benítez hizo las rotaciones que pudo. Marcelo descansó por primera vez esta temporada y Modric sólo tuvo minutos en la segunda parte. El plan del entrenador, desde el primer partido, era rotar, rotar y rotar más para tener a todos los jugadores bien hasta el final. De momento, no lo está pudiendo hacer. Ahora tiene una complicada decisión. Poner a los mejores que vienen de una lesión, o no.
El entrenador del Real Madrid ha visionado bastantes veces los partidos ante el Atlético de Madrid de la temporada pasada. Él es consciente de la importancia que tiene para él, para los jugadores y para el presidente, no repetir la imagen de la pasada temporada. Florentino Pérez le escogió para ganar una batalla que se perdía últimamente: la de los banquillos. Simeone ha dado la vuelta a la tortilla a los derbis.