El Tottenham es uno de los equipos con más poder económico de la Premier League y por tanto de Europa. Su último proyecto es colosal y pretenda convertir su nuevo estadio en el más grande de Londres, algo que tiene mucho mérito teniendo en cuenta que tiene a rivales como el Emirates Stadium del Arsenal o Stamford Bridge, la casa del Chelsea. Los dos rondan los 60.000 espectadores.
De cara al verano de 2018, el Tottenham pretende tener listo su nuevo hogar que acogerá a unos 61.000 aficionados de los spurs. Entre sus características destaca una grada con un aforo de hasta 17.000 seguidores, semejante a las bandejas que se pueden ver en la NFL. No será la única semejanza con el fútbol americano ya que albergará dos partidos de la competición americana tras llegar a un acuerdo con la propia NFL.
También tendrá un hotel de 180 habitaciones, un paseo por la parte más alta del estadio, y una zona para practicar deportes extremos con el rocódromo más alto del mundo. Tendrá tres túneles de vestuarios, uno para fútbol y otros dos para fútbol americano.
Costará unos 545 millones de euros y el dueño de la entidad, Daniel Levy, está muy orgulloso de los planes de su club: "Todos estamos muy contentos por poder llevarlo a un nuevo nivel. Será nuestro nuevo hogar por muchos años y queremos que sea excepcional en todos los aspectos".
A nivel de rivalidad con otros clubes de la ciudad, los aficionados del Arsenal ya han empezado a buscar cómo desprestigiar el proyecto del equipo de White Hart Lane y han colgado varios montajes fotográficos que comparan al estadio del Tottenham con un retrete debido a la forma que tiene el mismo.