El fútbol ocupa una parte central de las investigaciones de Hacienda. Siempre ha sido así, pero en los últimos años, la agencia tributaria estrecha el cerco con los jugadores de primer nivel, mirando con lupa sus cuentas y lanzando una ofensiva contra las prácticas fiscales de los futbolistas que considera abusiva,
En los últimos días han saltado a la palestra casos como el de Javier Mascherano, quien presuntamente defraudó 1,5 millones de euros a través de unas empresas de las que es titular, o el de Xabi Alonso -quien afirma que ha cumplido con todas y cada una de sus obligaciones fiscales-.
El nuevo enfoque de la agencia tributaria sobre el pago de una parte del salario del jugador a través de sus derechos de imagen, ha hecho que futbolistas como Sergio Ramos, Iker Casillas, Xavi Hernández, Andrés Iniesta o Gerard Piqué hayan sido investigados por Hacienda por temas de explotación de su imagen.
Los jugadores pueden percibir desde 1996 "el 15 por ciento de la remuneración de su club por la vía de los derechos de imagen a través de sociedades". En ese caso, las autoridades tributarias consideran "que la mayoría de las sociedades creadas para la gestión de imagen no tienen actividad real".
Si el 85 por ciento del salario restante tributa por la escala del IRPF (situado en el 56% en Cataluña y en el 52% en la mayor parte de España), las cantidades pagadas a las sociedades como rentas de trabajo lo hacen según el impuesto de sociedades en España (30% en 2014).
Por ello, la Hacienda de España indica que "por ahora no ha contemplado en ningún caso el delito fiscal al estimar que no existe ánimo defraudatorio en este tipo de sociedades", sí exige a los jugadores "abonar la diferencia entre el impuesto de sociedades y el IRPF de los últimos cuatro años no prescritos".
Para un futbolista con unos ingresos de 6 millones de euros netos (12 millones brutos), la recaudación tributaria sería de 1,5 millones.
Así las cosas, a jugadores como Iker Casillas, que pagó 2 millones de euros a Hacienda para regular su situación o Gerard Piqué y Xavi Hernández, a los que la agencia tributaria reclama 2 millones y medio y 4 milllones de euros respectivamente, parece que se les ha terminado el chollo.
Lo que hay que dejar claro, es que estos jugadores en ningún momento han cometido un delito fiscal, simplemente se aprovecharon de un resquicio legal que con el cambio de enfoque de la regla 85/15, termina con el regate fiscal de los futbolistas.
Ahora bien, hay que separar y distinguir entre todos estos casos y el de Lionel Messi, que tuvo que pagar a Hacienda 35 millones de euros para sellar la paz con el fisco, como consecuencia de la denuncia de la Agencia Tributaria contra Leo y su padre, que se centraba en que el astro argentino había cedido sus ingresos por derechos de imagen a sociedades ubicadas en paraísos fiscales.
Esa cesión no estaba justificada por ningún tipo de actividad económica que esas sociedades estuvieran prestando, salvo si se considera como tal el hecho de que no pagasen ningún tipo de impuesto.
El caso de Messi sería muy similar al de Mascherano y al de Xabi Alonso. La Agencia denuncia que tanto el argentino como el español, se habrían servido de empresas en el extranjero, una de ellas ubicada en el archipiélago portugués de Madeira. Curiosamente, en el año 2012, un programa nacional portugués, llamado "Sexta às 9", emitió un reportaje titulado: "Fuga millonaria de impuestos: Xabi Alonso y Javier Mascherano mueven millones a la zona franca de Madeira" denunciando principalmente la desaparición de tasas.