El presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, ha dicho que si el Barcelona o el Espanyol quieren jugar en la Liga española "es porque tienen unos vínculos muy fuertes con España", en alusión a la situación política en Cataluña y a una posible separación.
El responsable del CSD ha estado este lunes en el Colegio de Economistas de Cataluña para participar en la conferencia Economía y Deporte. Balance y retos de futuro.
En su exposición, Cardenal ha dicho que respeta "todos los puntos de vista" hacia las formaciones que concurren en las elecciones al Parlamente de Cataluña del próximo domingo, aunque ha señalado que lo que está en juego "son sentimientos y sensibilidades".
"Nací y viví en Euskadi, en tiempos muy complicados. No me planteo el escenario de la independencia. No me planteo hipótesis. Es un debate complicado. Al Barça lo siento como algo mío y lo defendí. Hay gente que me lo reprocha", ha recordado, en alusión a la carta que publicó en marzo de 2014 en El País, donde con el título Orgullosos del Barça defendió a la entidad catalana en el caso Neymar.
Sí que se ha aventurado a apuntar que en el caso de que el Barcelona ya no jugase la Liga, y dado que Cataluña tiene poco más de siete millones de habitantes, el club azulgrana se asemejaría a un "Ajax, el Celtic, el Standard", pronosticando que el horizonte deportivo para el equipo del Camp Nou no estaría más allá de "los octavos o cuartos de final de la Champions".
"No es el discurso del miedo. Yo soy del Athletic y sé que no ganaremos nunca la Liga, pero lo acepto. Me parece un chiste plantearse dónde jugarán los equipos si hay independencia con todo lo que sucedería en el país y las situaciones de tensión que podrían generarse", ha añadido.
El responsable del CSD ha estado este lunes en el Colegio de Economistas de Cataluña para participar en la conferencia Economía y Deporte. Balance y retos de futuro.
En su exposición, Cardenal ha dicho que respeta "todos los puntos de vista" hacia las formaciones que concurren en las elecciones al Parlamente de Cataluña del próximo domingo, aunque ha señalado que lo que está en juego "son sentimientos y sensibilidades".
"Nací y viví en Euskadi, en tiempos muy complicados. No me planteo el escenario de la independencia. No me planteo hipótesis. Es un debate complicado. Al Barça lo siento como algo mío y lo defendí. Hay gente que me lo reprocha", ha recordado, en alusión a la carta que publicó en marzo de 2014 en El País, donde con el título Orgullosos del Barça defendió a la entidad catalana en el caso Neymar.
Sí que se ha aventurado a apuntar que en el caso de que el Barcelona ya no jugase la Liga, y dado que Cataluña tiene poco más de siete millones de habitantes, el club azulgrana se asemejaría a un "Ajax, el Celtic, el Standard", pronosticando que el horizonte deportivo para el equipo del Camp Nou no estaría más allá de "los octavos o cuartos de final de la Champions".
"No es el discurso del miedo. Yo soy del Athletic y sé que no ganaremos nunca la Liga, pero lo acepto. Me parece un chiste plantearse dónde jugarán los equipos si hay independencia con todo lo que sucedería en el país y las situaciones de tensión que podrían generarse", ha añadido.