Puede ser fruto de un despiste. O, simplemente, que no le quiso chocar la mano. El caso es que el partido de España ante Eslovaquia, que ganó 2-0, nos dejó varias imágenes.
Más allá de los pitos a Piqué, al que defendieron sus compañeros, la anécdota la dejó Cesc Fábregas en el minuto 66 cuando fue sustituido por Cazorla. Era el primer cambio de Del Bosque y el centrocampista, no muy contento por salir del césped, saludó a todos sus compañeros.
¿A todos? No, se olvidó de uno. No se sabe si es que no lo vio o no le quiso saludar. Pero el caso es que David de Gea le ofrece la mano para chocársela, como hizo Cesc con los demás, pero al portero del Manchester no se la chocó. ¿Descuido o mal rollo?
A De Gea siempre se le deja colgado… https://t.co/S9pO6sRALl
— Motivaciones Fútbol (@M0tivacionesF) septiembre 5, 2015