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Van Poppel gana al sprint la duodécima etapa de la Vuelta a España

El italiano de Astana tiene una ventaja de 27 segundos sobre Purito Rodríguez, segundo en la general, y de 30 sobre Dumoulin, tercero.

El italiano de Astana tiene una ventaja de 27 segundos sobre Purito Rodríguez, segundo en la general, y de 30 sobre Dumoulin, tercero.
Van Poppel celebra su victoria en la meta de Lérida. | EFE

Tenía sólo un año cuando su padre ganó por última vez un etapa en la Vuelta a España. 21 años después de que Jean Paul Van Poppel levantara los brazos, su hijo, Danny Van Poppel ha sido el vencedor de la 12ª etapa de la ronda española. Y al sprint, como es tradición en esta saga holandesa.

No fue fácil, desde luego, en esta etapa con terreno descendente, sobre el perfil, pero duro sobre el asfalto. Suena a lógico, pero se veía que la llegada en Lérida se iba a resolver al sprint, donde el alemán John Degenkolb llegada con la vitola de claro favorito a ser el más rápido. Pero un chavalín de apenas 22 años le reportó la victoria al Trek, el equipo en el que ya no está Cancellara, que abandonó y en el que deambula un tal Frank Schleck. Así, Van Poppel, al igual que hizo en Murcia su compañero Stuyvens, de 23, salva la Vuelta para su equipo.

Fugados contra sprinters

Pero tuvo que pelear, y de lo lindo, su equipo para que la etapa tuviera una llegada masiva. Giant para Degenkolb, y Lampre para Richeze fueron los que más tiraron del compacto pelotón en busca de reducir la ventaja que llevaban los cinco fugados del día: Gougeard, Rubiano, Bouet, Venter y Lindeman, el ganador en Capileira.

Tuvieron casi 6 minutos de renta con respecto a un gran paquete donde las conversaciones viraban de la exhibición de Astana en Andorra, donde acabó la etapa previa, al abandono de Chris Froome, con una fractura del hueso navicular del pie derecho. Mucho dolor y sufrimiento el que tenía que soportar el británico que apenas podía apoyar el pie. Y que al despedirse por la mañana de la ronda española, donde se dio a conocer y donde choca año tras año, sin conseguir ganarla, dijo que la etapa de Andorra que conquistó Mikel Landa la habría ganado él.

Sin cambios en la general

Las tornas serían distintas, el favorito ya no pasaría a ser Aru. O Dumoulin, al que señala Purito, que le precede en el general. Y lo señala porque, a pesar de la montaña que queda, la crono del próximo miércoles en Burgos se antoja más que favorable para el holandés. Todo cambia. Incluso la actitud de Valverde, tocado en el orgullo, que dice sentirse mejor y que no veo lejos sus opciones.

Pero todo eso de la general queda aparcado hasta el domingo. Esta duodécima etapa era para recuperar sensaciones, descansar sobre la bici, rodar a ritmo alto y ver quien era el afortunado que levantaba los brazos al salir de los Pirineos. Fue Van Poppel, Danny, el menor de la saga, que tiene a su hermano Boy, mayor, de 27, en carrera.

Este viernes nueva jornada de transición, entre Calatayud y Tarazona. Degenkolb, el mejor sprinter de esta ronda, tras tener que volver a golpear su puño en la meta de Lérida al quedarse de nuevo sin ganar, no tendrá fuerzas para pelear mañana. Pero, entonces, a todos estos sólo les quedará una oportunidad, el último domingo, en el paseo por Madrid. Porque el perfil de este viernes, de 178, invita a una fuga numerosa.

Una fuga que no llora sobre las pintadas que señalan la meta; una fuga que no sufra el infortunio de ser cazados por el pelotón a 250 metros de la llegada. Una fuga que se le juegue entre ellos, entre esos valientes que están pensando en su día de gloria sabiendo el suplicio que espera a los ciclistas a partir de este sábado. La tranquilidad ya se ha acabado. La Vuelta llega al momento definitivo. Sin su gran nombre, Froome, pero con todo abierto. Y la polémica, claro, que no cesa. Ay, las motos. Esta Vuelta es distinta.

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