Asier Illarramendi está a un paso de regresar a la Real Sociedad dos años después de su salida. El acuerdo entre el Real Madrid y la entidad txuri-urdin es total y podría hacerse oficial en las próximas horas, por una cantidad cercana a los 17 millones de euros. También el jugador ha dado el visto bueno a su vuelta a Anoeta, después de una etapa como jugador blanco que ha resultado sencillamente aciaga.
Illarra recaló en el Madrid en verano de 2013 por unos 39 millones de euros y un contrato por seis temporadas, hasta el 30 de junio de 2019. Llegó al Bernabéu con la vitola de ser una de las grandes promesas del fútbol español, no en vano acababa de despuntar en el Europeo sub-21 de Israel, donde el combinado español de Julen Lopetegui -actual técnico del Oporto- se hizo con el título tras derrotar en la final a Italia. Además de Illarramendi, en aquella selección española también brillaban los Isco Alarcón, Thiago Alcántara, De Gea, Morata, Koke Resurrección...
Pero lo cierto es que el paso de Illarra por el Bernabéu ha sido muy pobre. En su primer año, donde estaba llamado a seguir los pasos del profesor Xabi Alonso, dos partidos le acabaron por condenar: contra el Valencia en el Bernabéu y en Dortmund ante el Borussia, en la vuelta de cuartos de final de la Champions.
La pasada temporada, el jugador de Mutriku apenas tuvo protagonismo al disputar un total de 30 partidos -sólo diez de ellos como titular-, pasando por el campo con más pena que gloria.
Sin olvidar el episodio extradeportivo que protagonizó en marzo de 2014, cuando fue cazado corriendo delante de una vaquilla disfrazado de Batman durante los carnavales de Azpeitia (Guipúzcoa), cerca de su Mutriku natal.
Huelga decir que Rafa Benítez no cuenta con Asier Illarramendi para la posición de mediocentro -por delante del guipuzcoano figuran Luka Modric, Casemiro, Kovacic y Lucas Silva-, y la salida del futbolista es cuestión de horas. Puede hacerse oficial este mismo miércoles y por un precio de 17 millones de euros, frente a los 39 millones que el Madrid pagó en su día por un jugador llamado a liderar el centro del campo blanco pero que ha acabado resultando un auténtico fiasco.