Es el capitán del Atlético de Madrid y ha sido la prolongación de Simeone en el centro del campo rojiblanco. Ha compartido esa responsabilidad con Tiago y lo volverá a hacer esta temporada si finalmente Koke no acaba jugando en el doble pivote. Es una de las posiciones más importantes y tras un año malo, al menos en cuanto a juego y minutos, Gabi sabe que el equipo necesita de su mejor versión.
El curso 2014/15 no fue fácil para Gabi por varias razones, una de ellas tuvo como protagonista el caso de los supuestos amaños de partidos con el Zaragoza como uno de los actores de la 'película'. Gabi tuvo que declarar y su nombre quedó asociado de forma continua durante el curso a todo lo relacionado con ese caso.
La plantilla siempre ha sacado la cara por su capitán y tanto el club como Simeone no han querido hablar nunca de nada extradeportivo. Lo que está claro es que el rendimiento de Gabi bajó e incluso el Cholo le retiró del campo en varias ocasiones convirtiéndole en algunos momentos en uno de los cambios fijos en cada choque.
Pese a todo, el Atlético contó siempre con Gabi y pocas veces perdió el puesto de titular o el trato de la afición. El juego del equipo tampoco ayudó a ver el mejor capitán. Una de las virtudes de Gabi ha sido siempre el desplazamiento en largo y con Mandzukic como referencia y no Diego Costa, sus pases a la espalda de la defensa fueron escasos destacando apenas una jugada de gol ante el Elche.
En el presente verano se ha vuelto a ver la mejor versión de Gabi. Ante la Real Sociedad, el Cholo puso sobre el campo a un once que podría ser perfectamente el titular en el primer partido liguero y el '14' jugó los noventa minutos. En China se vio también su preciso pase en largo con un balón que Griezmann convirtió en gol como en su día hacía Costa.
A nivel físico, el cuerpo técnico ve al mejor Gabi aunque también ve al mejor Tiago. Si Koke no cambia de posición serán los titulares, pero el Cholo quiere ver al '14' que deslumbró hace dos cursos y que estuvo cerca de la selección española.