El Real Madrid de Rafa Benítez empieza a carburar y lo hizo de la mejor manera posible: goleando a un rival potente como el Manchester City. Cuatro goles del conjunto blanco y sólo un tanto en contra, gol que no debió subir al marcador porque la jugada fue fuera del área.
El Real Madrid comenzó el partido ante el City cerrando filas en torno a su portería, pero pronto se dio cuenta de que la defensa del conjunto inglés les iba a permitir desplegar todo su potencial ofensivo.
El primero en golpear fue Benzema que marcó el 1-0 con un gran volea. El gol del galo espoleó al Real Madrid que casi de forma consecutiva, en cuatro minutos, vio como Cristiano Ronaldo marcaba el segundo. Los balones largos y las contras madridistas destrozaron a un City que no sabía por dónde le venían las acometidas rivales.
Con la fragilidad defensiva rival en su máximo esplendor llegó el 3-0 de Pepe. El portugués remató sólo un saque de esquina y amplió la renta. El Real Madrid se estaba exhibiendo con goles, juego y efectividad en todas las facetas del encuentro.
Sólo el gol de penalti de Yaya Touré pareció sacar al Real Madrid de su exhibición. Un gol de penalti que vino precedido de una mano de Sterling, otra de Sergio Ramos y una falta que el colegiado metió dentro del área cuando estaba fuera.
En la segunda parte, el Real Madrid mantuvo su eficacia y pudo marcar muchos más goles. Cristiano tuvo sus opciones, pero no estuvo acertado y el 4-1 llegó en pleno carrusel de cambios. Fue Cheryshev el encargado de cerrar el marcador tras aprovechar un pase de la muerte de Isco.
El partido finalizó con más cambios en el Real Madrid y sin el debut de Kiko Casilla, que tendrá que seguir esperando para jugar con su nuevo equipo. El Real Madrid jugó de gris, pero mostró sus mejores colores ante el City.