Fue el clásico partido de pretemporada. Hubo 43 futbolistas en 92 minutos y en el caso del Real Madrid, con el añadido de un entrenador nuevo con todo lo que ello significa. Fue un encuentro del que ninguna o casi ninguna conclusión importante se puede sacar, pero si ha sido interesante para comprobar por dónde van los tiros de Rafa Benítez.
Para empezar, parece que el entrenador todavía no tiene claro el sistema que quiere utilizar de manera habitual. Utilizó principalmente el 4-2-3-1 en ataque, el 4-4-2 en defensa y el 4-3-3 en la segunda mitad. Son las pruebas habituales de esta parte de la pretemporada. Rafa no apostó de inicio por la famosa BBC. Benzema, más fino, delgado y fuerte tras las vacaciones, estuvo en el banquillo y fue Jesé la referencia en ataque. La otra gran novedad estuvo en la derecha donde estuvo Odegaard. El noruego estuvo algo verde en el Castilla en Segunda B, pueden imaginarse a este nivel, en pretemporada y en una posición que no es la suya. Estuvo incomodo en todo momento pero tiene 16 años. Paciencia y oportunidades. Es la formula idónea para que las múltiples cualidades del jugadores exploten en una estrella mundial.
Más frustrado estuvo Cristiano Ronaldo a quien no le salió ni tan si quiera un control. En sus botas estuvo la mejor ocasión de la primera parte pero Ashley Cole le quitó la pelota en el último instante. Apenas hubo oportunidades ante un ritmo lento y ataques previsibles por parte del Madrid que chocaba con una defensa impecable de la Roma. Cristiano estuvo en la izquierda. No se quiere mover de ahí y por lo tanto Bale jugó de mediapunta. Tiene más participación pero contra defensas pobladas, contra un esquema como el de Rudy García tan bien diseñado, esa posición es más idónea para un jugador con más pase que tiro o velocidad. Bale estuvo activo pero poco acertado y chupón en la jugada más clara cuando tenía a Jesé y Ronaldo solos.
Illarramendi también fue titular sorprendentemente. Benítez hizo jugar al vasco junto a Modric y no coincidieron en el campo el croata y Kroos que parece serán la batuta del equipo. ¿Illarra? Lo habitual en él pero insisto en que es un amistoso de pretemporada. Lo único preocupante son las jugadas a balón parado. Van pasando los entrenadores y el problema persiste. Es un fallo endémico que seguro que a Benítez le da dolor de cabeza y tratará de subsanar. La Roma remató todos los córners para que se luciera en más de una ocasión Keylor Navas.
La segunda parte comenzó con siete cambios. Benzema, Arbeloa, Pepe, Nacho, Lucas Silva, Cheryshev e Isco. El malagueño fue el más destacado del partido junto a Gervinho de la Roma, cuya velocidad era impropia de la pretemporada. Isco fue el mejor porque fue el único que intentó algo distinto. Él es de esa clase de jugadores que no entiende de fases de la temporada, de distintos rivales o de compañeros con los que coincide en el campo.
Junto a Isco, el otro futbolista que lo intentó fue Cheryshev. La especialidad del "ruso" es desmarque, llegar a línea de fondo y centrar. Y eso fue lo que hizo. Él y Lucas Vázquez, que salió a mediados de la segunda parte, ofrecieron una variante al Madrid que ha carecido en los últimos años. Juego por las dos bandas con dos extremos. Lucas tuvo la mejor oportunidad del partido. Hizo un gran recorte pero falló ante De Sanctis con un disparo raso y centrado con la zurda.
Danilo mostró grandes maneras en los 22 minutos que jugó y eso que era su debut. Falan por llegar Casemiro y James. Coentrao está en Madrid y Kiko Casilla rumbo a Australia. Esto no ha hecho más que empezar. Los penaltis, en donde falló Lucas Vázquez, fueron el remate al clasicazo partido de pretemporada. No es habitual no fallar un penalti en 14 lanzamientos.