Pese a la división que generó en los últimos años, todos los madridistas, o al menos casi todos, opinan que la salida de Iker Casillas no está a la altura del protagonista en cuestión. Un jugador que ha estado 25 años en el mismo club y que ha ganado todos los títulos posibles, se merecía un adiós o un hasta luego diferente, mejor. Pero la cuestión es que no ha sido el club quien ha elegido esta forma de despedirse. Ha sido el propio jugador. Eso sí, propiciado por varias circunstancias. El tardío acuerdo entre el jugador y el comienzo de la pretemporada del Real Madrid en Australia, han provocado que Casillas estuviera totalmente sólo en la sala de prensa del Bernabéu.
Iker Casillas tuvo casi todas las opciones disponibles para marcharse del Real Madrid. Pudo irse junto al presidente, Florentino Pérez, pudo estar acompañado por sus compañeros de vestuario o, incluso, tuvo la oportunidad de despedirse en el césped del Santiago Bernabéu junto a más de 80.000 espectadores que observarían desde la grada cómo acompañaban al portero todos los títulos logrados en 16 años en el primer equipo. ¿Por qué entonces se despidió completamente sólo? La respuesta es sencilla: porque el propio Iker lo quiso así.
Como ya informaron esta semana Libertad Digital y esRadio, fue el portero quien rechazó la opción de un gran homenaje en el Santiago Bernabéu. Casillas pidió al club que le dejaran la sala de prensa del estadio para despedirse solo porque así es como se ha sentido en los últimos días. El Real Madrid le ha ofrecido facilidades y opciones para su salida. Despedirse a puertas abiertas con y sin la presencia de Florentino Pérez, en el Bernabéu con y sin público y en el mismo estadio con sus compañeros y los trofeos conquistados. Al final, Iker optó por la salida más simple y quizá la más triste. Sólo y en una sala de prensa sin preguntas que responder. No ha querido ningún homenaje.
Si hubiera sido por Iker Casillas, él hubiera estado acompañado por sus compañeros, por el resto de jugadores del Real Madrid. Iba a ser así el sábado por la tarde pero el acuerdo entre Iker y el club se retraso. La pretemporada del Madrid comenzaba con el viaje a Australia el domingo por la mañana por lo que ningún jugador (todos hubieran estado presentes) pudo acompañarle. Ese era el homenaje que deseaba Casillas.
La directiva, encabezada por Florentino Pérez, pudo haberle acompañado pero no estuvo presente por una sencilla razón. Iker no quería irse con una imagen hipócrita. El portero no tiene una relación buena con el presidente y menos después de las turbias y complicadas negociaciones en las últimos días. Todos estos motivos provocaron esta despedida tan criticada a nivel nacional y mundial. Quizá Casillas tenga un homenaje en el futuro. Como él ha dicho, esto es un hasta luego y no un adiós.