Parece que fue ayer, pero ya se han cumplido cinco años del mejor momento del fútbol español. Del día que la selección subió a lo más alto del escalafón mundial. Un 11 de julio, pero de 2010, Andrés Iniesta le dio a España el Mundial.
Fue en Sudáfrica, después de un mes que arrancó mal para el combinado dirigido por Del Bosque con la derrota ante Suiza. Pero se remontó el vuelo ganando a Honduras y Chile para pasar primeros de grupo.
En octavos, tocó Portugal. Luego Paraguay. Y en semifinal, el gol de Puyol de cabeza ante Alemania. Los tres partidos se ganaron por 1-0, por la mínima, sufriendo.
Aunque el mayor sufrimiento llegaría en la final, ante Holanda, ese 11 de julio. El partido llegó a la prórroga con empate a cero después de que Robben errara dos clarísimas ocasiones ante Casillas. Y en el minuto 116 cambia la historia para siempre.
Navas, Cesc, Torres e Iniesta participaron en el momento cumbre. Un momento que acabó con el disparo del manchego, de volea, superando a Stekelenburg. Un gol para la historia que cumple cinco años.