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Chile vuelve a una final de la Copa América 28 años después tras ganar a Perú (2-1)

Vargas, el partidazo de Vidal y la ayuda arbitral, claves. Perú jugó con diez durante 70 minutos. Guerrero volvió loca a la defensa chilena.

Chile derrotó a Perú por 2-1 con un doblete de Eduardo Vargas y obtuvo el billete a la gran final de la Copa América, en la que se enfrentará al ganador del duelo entre Argentina y Paraguay.

Los goles de Vargas tumbaron a una selección peruana que hizo un papel muy digno y que logró empatar en el segundo tiempo con un tanto en propia meta de Gary Medel.

Perú consiguió poner en aprietos al anfitrión del torneo, pero la misión de alcanzar la final se convirtió en una epopeya a raíz de la expulsión del defensa Carlos Zambrano a los veinte minutos de juego.

La Roja, con un Arturo Vidal omnipresente, tomó el pulso del choque para alcanzar la final del torneo continental veintiocho años después de lograrlo por última vez.

Ninguno de los dos saltó al césped dispuesto a especular y eso se notó con ocasiones de gol tempraneras y un par de rifirrafes que no pasaron a mayores.

Chile, como era previsible, se apoderó del balón para imponer su juego, pero lo hizo con menos fluidez y más torpeza de lo habitual ante un equipo peruano con aplomo y entereza, que salió sin miedo y con las ideas muy claras.

Jefferson Farfán hizo enmudecer al público chileno en el minuto 9 con un cabezazo que se estrelló al palo derecho tras un buen centro de Paolo Guerrero.

Poco después Carlos Lobatón casi logra inaugurar el marcador con un tiro lejano que salió ligeramente desviado a la derecha de Claudio Bravo.

En el 20 llegó la jugada clave del choque. El zaguero Carlos Zambrano, que ya había visto una amarilla por protestar, clavó los tacos de los botines en la espalda de Charles Aránguiz después de despejar el esférico. El árbitro venezolano José Argote le mostró tarjeta roja directa y a Perú se le apagó la luz.

Chile adelantó las líneas y Perú se replegó obligado por la inferioridad numérica, con Guerrero solo en punta, a la espera de algún balón suelto para armar el contraataque.

Poco antes del descanso, la Roja consolidó su superioridad con el primer tanto. Alexis Sánchez, poco participativo hasta entonces, disparó con el exterior y estrelló la pelota al palo. Eduardo Vargas, oportuno como siempre, recogió el rebote y puso en ventaja a su equipo con un remate poco estético pero igualmente efectivo.

Perú salió con más brío después del descanso en busca del empate y Chile se relajó. Farfán avisó de nuevo en un balón aéreo y en el minuto 60 los incaicos igualaron el marcador con un gol en propia meta de Gary Medel, que desvió un centro de Luis Advíncula.

El empate cayó como un jarro de agua helada en el conjunto chileno, que convirtió el duelo en un torbellino y unos minutos después Vargas marcó de nuevo, esta vez con un disparo con folha seca desde fuera del área.

El gol obligaba a Perú a remar contracorriente y la selección chilena trataba de aniquilar el choque para evitar sustos de última hora. El equipo de Gareca se encomendó en los últimos minutos a alguna jugada milagrosa de Guerrero. El árbitro venezolano dejó de señalar un penalti de Rojas sobre Paolo, añadió sólo tres minutos -se perdió muchísimo más tiempo- y pitó contento el final del partido, cumpliendo con su misión. Chile, con ayuda arbitral, estará en su final, mientras Perú, que cayó de pie, luchará por el tercer y cuarto puesto.


Ficha técnica

Chile, 2: Bravo; Isla, Medel, Rojas, Albornoz (Mena, m.46); Marcelo Díaz (Pizarro, m.46), Aránguiz, Vidal; Valdivia (Felipe Gutiérrez, m.84), Alexis Sánchez y Vargas
Perú, 1: Gallese; Advíncula, Ascues, Zambrano, Vargas; Lobatón (Yotún, m.72), Ballón, Cueva (Christian Ramos, m.26), Farfán; André Carrillo (Pizarro, m.72) y Guerrero

Goles: 1-0, m.42: Eduardo Vargas; 1-1, m.60: Gary Medel, en propia portería; 2-1, m.64: Eduardo Vargas
Árbitro: José Argote (Venezuela). Expulsó con tarjeta roja al peruano Carlos Zambrano (m.20), al que previamente había mostrado una amarilla
Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales de la Copa América jugado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, ante 45.651 espectadores

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