Alrededor de 50.000 personas festejaron anoche hasta pasadas las 4:00 de la madrugada en las calles de Las Palmas de Gran Canaria el ascenso de la Unión Deportiva después de 13 años de espera, sin ningún incidente relevante, según las cifras que maneja la Policía Local.
El regreso de Las Palmas a Primera provocó una explosión de alegría en toda la ciudad, que se manifestó en forma de una enorme marea amarilla que acompañó por las calles al equipo desde el estadio de Gran Canaria hasta la plaza de España (el lugar habitual de celebración de las gestas deportivas), para terminar en una multitudinaria fiesta en el parque de Santa Catalina.
Fuentes del Ayuntamiento consultadas por Efe han subrayado que no se produjo incidente alguno de relevancia, más allá de algún altercado sin importancia y las clásicas intoxicaciones etílicas.
Las cifras de afluencia que se estiman para el núcleo central de la celebración (avenida de Mesa y López, plaza de España y parque de Santa Catalina) implican que, anoche, trasnochó para vibrar en la calle con el equipo uno de cada siete habitantes de la ciudad.