13 años después, la U.D. Las Palmas es equipo de primera. Hoy el fútbol les ha devuelto lo que en otras temporadas les quitó. In extremis, en el 85, un gol de Araujo remonta la eliminatoria (3-1 para el Zaragoza en La Romareda) y pone a los de Paco Herrera en la élite del fútbol español.
Partido intenso, emocionante, con toques de calidad, el disputado por Las Palmas y Zaragoza en el estadio de Gran Canaria. No se puede pedir más. Los isleños se merecen este ascenso, no sólo por esta temporada, también por las dos pasadas donde se quedó a las puertas de la Liga BBVA. El conjunto de Herrera, con un Sergio Araujo diferencial, desarboló al conjunto maño en la segunda mitad.
Los de Popovic salieron más enchufados al partido y tuvieron tres grandes ocasiones, con larguero de Dorca incluido, para sentenciar, pero el gol en un error en la salida de balón del conjunto maño, hizo que Las Palmas se metiera de llenó en la pelea con el tremendo derechazo de empeine exterior de Mesa tras una buena combinación de Ángel, Araujo -espectacular tacón del mini Kun- y Culio. Ese gol fue un punto de inflexión y cambió el partido por completo.
La presión asfixiante con ayudas constantes, un Vallejo espectacular en el corte -bien acompañado el capitán canterano de tan sólo 18 años por Mario en el centro de la zaga-, un buen Basha en el centro de operaciones blanquillo y las buenas combinaciones de Pedro y Jaime en ataque, hicieron que en la primera media hora, el Zaragoza tuviera el control del partido y de las ocasiones.
Sin embargo, ese gol en el minuto 32 hizo saltar por los aires el contexto del encuentro. El gol fue una inyección de moral y oxígeno para una U.D Las Palmas, que se vino arriba conducidos por un Culio imperial en la medular, y un Araujo que se descolgaba de su posición de 9 hasta la línea de 3/4 lo que volvía loca a la defensa maña. Fue le argentino el que desarboló todo el entramado defensivo diseñado por el coronel Popovic. El generador de espacios, el creador de ocasiones, el que ponía el talento distintivo, bien acompañado por un Viera que era un puñal por banda derecha.
Tras el gol de Mesa, al Zaragoza le temblaron las piernas. Los maños ya no llegaban a la presión de manera tan efectiva, los canarios combinaban más y mejor y aparecían mucho más sueltos en el área visitante.
En la segunda mitad el guión no cambió. El Zaragoza estaba anestesiado. El calor, el esfuerzo y el gol en contra dejaron tocados a los aragoneses. Ni siquiera el paso por los vestuarios cambió esa tendencia. Las Palmas tocaba rápido y bien, combinaba fútbol al espacio con llegadas por ambos costados e incorporaciones de los laterales. Las ocasiones se sucedían. Bono, el portero de origen marroquí del Zaragoza, se convertía en el héroe de su equipo. David García hacía temblar el larguero de la portería maña en un remate imponente de cabeza a la salida de un córner.
Liderados por un Sergio Araujo que huele a estrella -su tren inferior y su estilo de juego se asemejan de manera sorprendente al Kun Agüero-con tan sólo 23 años, hoy demostró que no sólo rebosa condiciones para triunfar: tremendo regate en corto, potentísimo en carrera y al girarse, gran capacidad de desmarque, instinto asesino... también tiene alma de líder y aparece en los partidos importantes-, los de Paco Herrera rozaban la remontada.
Sin embargo los minutos iban pasando y el gol no terminaba de llegar. Paco Herrera metía todo su arsenal cuando, a falta de 15 minutos, entraba Ortuño al partido. El delantero, que es propiedad del Granada, un auténtico toro, daba a los canarios mucho más potencial en el juego aéreo. En el último cuarto de partido ya no se combinaba por el piso, era el momento de colgar balones y ahí Ortuño es un maestro para generar segundas jugadas. Aviso el delantero de Yecla en un par de acciones, pero Bono, muy seguro en el juego aéreo con su 1,91, resistía.
Cuando más desesperada estaba la grada del Gran Canaria, en una falta lateral botada por Viera, Ortuño, esta vez sí, le gana la partida a Bono que intenta despejar de puños pero sale tarde, el balón suelto le cae a Aythami, que en un escorzo mete la puntera para evitar que el balón se vaya por línea de fondo; al central, ex del Depor, le sale un centro medido al segundo palo. Allí aparece Araujo, quien sino, para empujar a la red el balón. Era el minuto 85.
Tras 10 minutos de sufrimiento -en las gradas aún se sueña con el gol del Córdoba la temporada pasada que dejó a los canarios sin ascenso-, el árbitro pitaba el final. La locura se apoderaba del estadio de Gran Canaria. 13 años después, la U.D. Las Palmas vuelve a primera.
Los maños, que vendieron muy cara su derrota, deben irse con la cabeza alta. No hay que olvidar que el Real Zaragoza entró al Play-Off en la última jornada como 6º clasificado tras un inicio de temporada complicado. Este equipo, que estaba rondando la desaparición hace sólo un año; Martín González, el director deportivo, tuvo que hacer un plantel a la carrera. La llegada de Popovic revitalizó, no sólo a sus jugadores, también a una afición, desencantada tras el despropósito que supuso tener a Agapito Iglesias como presidente, que vuelve a estar enganchada a 'su' Zaragoza.
Este Zaragoza que reúne las que siempre han sido las señas de identidad blanquillas: corazón, casta, pundonor, intensidad... Este año no pudo ser, pero los aragoneses han recuperado la fe.
Ficha técnica:
UD Las Palmas, 2: Casto; David Simón, David García, Aythami Artiles, Ángel López; Javi Castellano; Roque (Marcelo Silva, min. 88), Jonathan Viera, Culio (Ortuño, min. 73); Asdrúbal (Hernán, min. 58) y Araujo.
Real Zaragoza, 0: Bono; Fernández, Vallejo, Mario Abrante, Rico; Basha (Lolo, min. 85), Dorca; Eldin (Javi Álamo, min. 46), Pedro, Jaime (Borja Bastón, min. 73); y Willian José.
Goles: 1-0, min. 33: Roque. 2-0, min. 84: Araujo.
Árbitro: Daniel Ocón Arráiz (Comité Riojano). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Culio (min. 25) y David García (min. 90+4), y a los visitantes Pedro (min. 41), Mario Abrante (min. 64) y Javi Álamo (min. 68).
Incidencias: partido de vuelta de la final por el ascenso a la Liga BBVA disputado hoy en el Estadio de Gran Canaria ante 28.232 espectadores, lleno total. Césped en irregular estado