No hizo falta una llamada como sucedió hace unos años entre Iker Casillas y Xavi Hernández. En esta ocasión todo ocurrió en persona. Cara a cara en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde trabaja la selección española.
De puertas para afuera, ningún jugador del Real Madrid ha mostrado su enfado o malestar por la broma de Gerard Piqué en las celebraciones de la Copa de Europa, cuando dio las gracias a Kevin Roldán, el cantante colombiano que amenizó la fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo horas después de la derrota por 4-0 en el derbi del Vicente Calderón. Pero lo cierto es que los futbolistas blancos sí están molestos. "Maldita la gracia", le han dicho Sergio Ramos y Casillas al defensa del Barcelona.
Ésa es la noticia. Según han podido saber Libertad Digital y esRadio, los dos capitanes del Real Madrid y de la selección española han buscado a Piqué. Han ido a hablar con él para pedirle explicaciones. Después de una breve charla, el defensa ha admitido ante Iker y Sergio su error y ha reconocido que se ha equivocado.
Aludiendo a uno de los nombres de los protagonistas en cuestión, en el vestuario del Real Madrid son conscientes de que el pique entre Barcelona y Real Madrid es algo normal e incluso sano en el deporte. Son conscientes de las provocaciones de Piqué -la manita del defensa tras aquel 5-0, encajado en noviembre de 2010, empapeló Valdebebas durante días- y entienden y respetan su sentido del humor, pero consideran que con esta broma, el defensa ha pasado la línea de lo permitido: ha hablado de la vida personal de otros.
En esa fiesta de cumpleaños de Ronaldo estuvieron presentes hasta miembros del cuerpo técnico. Nadie del club, absolutamente nadie, le reprochó nada a Cristiano. Celebró su cumpleaños y no por esto se han perdido los títulos. Todos los jugadores hacen fiestas. Algunas son privadas y otras públicas como las del propio bromista Gerad Piqué.
Los jugadores del Real Madrid consideran que Piqué les ha puesto en una posición incomoda, especialmente a Iker Casillas, que ya ha tenido que asumir todas las consecuencias por su llamada a Xavi. Si los jugadores del Madrid afirman que la broma de Piqué no les ha ofendido, sino que entienden que serán criticados por su propia afición por no defender al club y si afirman lo contrario, el ambiente en la selección será de nuevo problemático. En definitiva, Piqué les ha metido en un problema y eso es lo que le han recriminado. Casillas y Ramos han dado la cara y Piqué ha tenido que agacharla para reconocer su error.