"A lo mejor, el himno nacional representa a un árbitro que los vascos y los catalanes entienden que no está siendo un buen árbitro", afirmó Ortuzar en declaraciones a Radio Nacional de España. "Estoy seguro de que esas dos aficiones tendrían una reacción totalmente diferente", reconoció Ortuzar al deslizar la posibilidad de que suenen los himnos catalán y vasco antes del partido .
La hipotética posibilidad de suspender el partido del sábado si hubiera esa pitada resultaría, a juicio del presidente del PNV, "una extralimitación porque sería causar un daño mucho más grave, generar una crispación mayor, que el supuesto bien" que tuviera esa medida. Ortuzar pidió ver esa posible reacción del público "con más normalidad y sin dramatismo", al tiempo que pidió "trabajar para que nadie se vea impelido" a pitar al himno.