El mejor cuarto de la historia, el Athletic de Bilbao de la temporada pasada, llegó a los 70 puntos. Ya suma 73 el Valencia con lo que los levantinos han conseguido superar la marca. El mejor quinto, el Villarreal de la temporada 2008-2009, con 68 puntos, superados por el Sevilla, que ya tiene 70.
La Liga se iguala. El líder le saca 20 puntos al quinto, 17 al cuarto, 13 al tercero y cuatro al segundo, números impensables hace escasos cinco años cuando empezó la dictadura de verdad del Barcelona y el Real Madrid que conseguian diferencias escandalosas. Ese año 2010 la diferencia con el quinto fue de 37 puntos. La temporada 2011-2012 el Real Madrid de Mourinho, con 100 puntos, le sacó 44 puntos al Atlético, que fue quinto con 56.
Que la liga se ha igualado también es un hecho si miramos los partidos entre sí de los implicados arriba. El Madrid perdió en el Calderón, en Valencia y sólo ganó en Sevilla sufriendo mucho. El Barcelona ganó en tiempo de prolongación en Mestalla y empató en el Pizjuán. Años atrás estábamos hablando de victorias muy claras en estos estadios para los dos grandes
Es verdad que la sensación que hemos vivido es de un pulso, nuevamente, Madrid–Barcelona, pero capítulos como el del año pasado con el campeonato del Atlético o el de este año, poniendo la Champions muy cara, hacen devolver la esperanza que, con inversiones en el verano, equipos como el Valencia, el mismo Atlético y el Sevilla darán guerra.
La gran competitividad en la zona de arriba se ha visto reflejada, negativamente, en la zona de abajo. La permanencia será la más barata en mucho tiempo y el colista tiene unos números que rozan el ridículo. El Córdoba tiene 20 puntos, sólo podrá hacer 26, que no los hará, y en la segunda vuelta ha conseguido dos empates, dos puntos. Increíble.
Bienvenida sea por tanto esta igualdad que hará de la Liga más competida. El reparto de los derechos televisivos, tan de moda estos días con un decreto más justo aprobado hace semana y media, hace ver que tenemos vibraciones nuevas y buenas con el campeonato. Sólo esperamos que todo vaya por el camino adecuado y esperado.