¿Qué fue de Claudio Piojo López? ¿Qué hace ahora el que fuera jugador del Valencia, rapidísimo delantero que se convirtió en una pesadilla para el Barça de Louis van Gaal?
Después de colgar las botas en 2010, el exdelantero argentino comenzó a dedicarse a su otra pasión deportiva, los rallys, y en octubre de 2013 se impuso en el de su localidad natal, Río Tercero –provincia de Córdoba-, pilotando un Chevrolet Agile.
Trece meses después se llevó un buen susto en el Rally de Entre Ríos: en noviembre de 2014, el exjugador perdió el control de su Chevrolet Agile MR en una curva y el coche dio varias vueltas de campana. Pese a la espectacularidad del accidente, el piloto salió ileso y sólo sufrió heridas leves.
Un mes después, al Piojo López volvió a picarle el gusanillo del fútbol y las pasadas navidades regresó al Colorado Rapids estadounidense –el club con el que se había retirado en el año 2010–, esta vez como director de fútbol del equipo.
Hace apenas tres semanas, el que fuera ídolo del Valencia se estrenó como entrenador de los Rapids de forma circunstancial debido a la suspensión del entrenador del equipo, el también argentino Pablo Mastroeni. Su debut no pudo ser mejor: en su visita al FC Dallas, el equipo de Denver ganó por 0-4, logrando su primer triunfo de la temporada y poniendo fin a una racha de 18 partidos sin conocer la victoria.
Su trayectoria en el Valencia
Así marcha hoy la vida del Piojo López, un jugador que llegó al Valencia en 1996 casi como un desconocido, procedente del Racing de Avellaneda, pero que poco a poco se iría ganando el cariño de la afición de Mestalla para acabar convirtiéndose en ídolo del club ché, donde permaneció hasta verano de 2000.
Además de en el Valencia, Piojo López, que el próximo 17 de julio cumplirá 41 años, también jugó en la Lazio –fue traspasado al club romano por 35 millones de euros–, en el Club América de México, de nuevo en Racing y luego en dos clubes de la MLS estadounidense: el Kansas City Wizards y el Colorado Rapids. No obstante, el Valencia fue sin duda donde el Piojo López disfrutaría de sus mejores años como jugador y donde más goles marcaría en su carrera deportiva, hasta un total de 74 en cuatro temporadas.
Lo cierto es que la llegada del cordobés al fútbol español no resultó nada fácil. El Valencia de Luis Aragonés, que la temporada anterior había sido subcampeón de Liga tras el Atlético del doblete, se encontraba en plena revolución tras la marcha de Pedja Mijatovic al Real Madrid y la salida de otros jugadores como Viola y Mazinho. En cambio, las nuevas incorporaciones dejaban muchas dudas: el propio Claudio López, Goran Vlaovic, Valery Karpin e incluso la de Romario, el fichaje estrella del equipo, en su última etapa europea.
El inicio de la temporada 1996/97 –la primera de Piojo en el Valencia– estuvo marcado por los enfrentamientos entre el técnico Luis Aragonés y Romario, con constantes faltas de disciplina por parte del brasileño, lo que acabaría provocando la marcha de O Baixinho al Flamengo en octubre, en forma de cesión. Eso le abrió las puertas de la titularidad al Piojo, que marcó su primer gol como valencianista ante el Bayern de Múnich en la Copa de la UEFA (3-0).
Lo cierto es que el delantero de Río Tercero vivió una primera temporada convulsa en el Valencia, primero con Aragonés y luego a las órdenes de Jorge Valdano, marcando sólo cinco goles (tres en Liga y dos en la Copa de la UEFA).
Al año siguiente, Valdano estuvo a punto de dejar sin ficha a su compatriota en el primer equipo del Valencia por un exceso de futbolistas extranjeros, pero afortunadamente para él no fue necesario. El inicio del equipo fue pésimo, ocupando incluso puestos de descenso, y al entonces presidente Francisco Roig no le tembló el pulso a la hora de destituir a Jorge Valdano. En su lugar, en la cuarta jornada, llegó el italiano Claudio Ranieri, un personaje clave en la carrera del Piojo. En el mercado de invierno desembarcó el rumano Adrian Ilie y Romario acabaría yéndose definitivamente del club –de nuevo rumbo al Flamengo–, lo que terminaría por abrirle al Piojo las puertas de la titularidad.
El nuevo fútbol de contraataque que imponía Ranieri se adaptaba perfectamente a las características del delantero argentino, un jugador rápido, con gran control de balón y muy efectivo de cara a portería. Y fue así, de la mano entre otros del Piojo, como el Valencia empezaría a remontar el vuelo en Liga: el argentino acabaría siendo el máximo goleador del equipo en el campeonato con 12 tantos –igualado con Ilie– y dejó partidos memorables como la victoria por 3-4 frente al Barcelona, con dos goles de Claudio y tras ir perdiendo por 3-0 al descanso, o el triunfo en el Bernabéu ante el Real Madrid (1-2). De hecho, fue el Barça el rival preferido del Piojo López en España al haber marcado 12 goles en un total de 15 partidos contra el equipo azulgrana.
La progresión del sudamericano fue en aumento y su papel en el equipo era cada vez más importante. El fútbol de Ranieri de dar la posesión al contrario y salir rápidamente a la contra era lo que más le favorecía a Claudio López, pero también a otro veloz delantero como Ilie y a un gran pasador como Gaizka Mendieta.
La temporada 1998/99 fue la mejor para el Piojo al conseguir un total de 21 goles en Liga, sólo cuatro menos que el madridista Raúl González, que se hizo con el Pichichi. Esa campaña, el Valencia ganó la Copa Intertoto y posteriormente la Copa del Rey, acabando así con una sequía de 19 años sin títulos. En aquella Copa del Rey de la temporada 98/99, el Valencia le metió un 6-0 al Madrid en la ida de semifinales y, en la gran final disputada en La Cartuja de Sevilla, los levantinos se impusieron por 3-0 al Atlético de Madrid, con un doblete del Piojo y un golazo de Mendieta con sombrero incluido. En Liga, el equipo acabó cuarto y por primera vez en su historia se clasificó para disputar la Liga de Campeones.
Ranieri se marchó al Atlético de Madrid en 1999 y en su lugar llegó Héctor Cúper, aunque el fichaje estrella de la temporada fue el de Kily González. Tras conquistar la Supercopa de España ante el Barcelona, el Valencia sufrió cuatro derrotas consecutivas en Liga pero tuvo un magnifico debut en la Champions, competición en la que el Piojo López acabaría como máximo goleador del equipo con cinco goles y a la que llegaría a la final de París contra el Real Madrid. El equipo remontó el vuelo en el campeonato de la regularidad y acabó tercero, con Claudio como segundo máximo goleador del equipo con 11 goles, dos menos que Mendieta.
Piojo se despidió de la afición valencianista en Mestalla el 19 de mayo de 2000, en el último partido de Liga contra el Real Zaragoza. Ganó el equipo de Cúper por 2-1 y Claudio López marcó el gol del triunfo. La afición despidió al delantero argentino con una sonora ovación mientras éste dio una vuelta al campo entre lágrimas, con una bandera valenciana y dando las gracias a la afición por todo su cariño. Un jugador que sin duda caló hondo en el corazón de la hinchada valencianista y que el 24 de octubre de 2013, en un partido de la Europa League contra el Saint-Gallen suizo (5-1), recibió un caluroso homenaje en Mestalla.