Es como en las películas de fútbol americano. El clásico suplente que nadie conoce, que se sienta en la segunda fila del banquillo y que por desgracia de un compañero, acaba aprovechando su única ocasión en la temporada para acabar saliéndose y protagonizar los anuncios de televisión.
"¿Quién es Chicharito?", cuestionaban algunos periodistas tras su fichaje. Pues este delantero, cedido por el Manchester United, ha completado su semana de oro. Gracias a él, el Real Madrid sigue peleando por la Champions y por la Liga. Está aprovechando tanto sus minutos que con razón se habla de ficharle.
El mexicano fue quien mejor definió las múltiples ocasiones que se vivieron en Balaidos tanto en la portería del Madrid como en la del Celta. Fue una oda al fútbol, una maravilla para el espectador. El clásico encuentro que genera afición por este deporte que en demasiadas ocasiones pierde espectáculo ante el temor de encajar un gol que alegra al aficionado. Así pasó con el público presente en Balaídos, que sólo pudo aplaudir a sus jugadores pese a la derrota ante el Real Madrid por 2-4.
Nolito abrió la veda
Las hostilidades comenzaron a las ocho minutos con el tanto de Nolito. El extremo fue una autentica pesadilla para Dani Carvajal. Con un recorte hacia su derecha, se zafó del lateral y de Illarramendi que estaba ayudándole para batir a Casillas con un disparo al primer palo. Fue otro error gravísimo de Iker que ni se tiró. Si pretendía desviarla con la mirada, a lo mejor casi lo consigue. Si lo intentó con sus manos o piernas, se quedó lejos de su objetivo. Tiene muchísimo mérito que el Real Madrid esté peleando por dos títulos casi sin portero.
El equipo de Ancelotti demostró que va a pelear por la liga. Hoy era el clásico día en el que se podían haber dejado ir. Por detrás en el marcador, con bajas, con la clasificación en la Champions, con el calendario favorable al Barcelona, pero no. El Madrid no tira la liga. A los seis minutos empató Toni Kroos tras una buena jugada de Ronaldo. El portugués se ha beneficiado con la entrada de Chicharito en un aspecto: ahora tiene más libertad. Se mueve por la izquierda y por la derecha a su antojo. El empate llegó tras una entrada de Ronaldo por la zona de Bale y tras un rechace de Fontás, Kroos definió perfecto. Interior y a la escuadra.
El Celta demostró ser un excelente equipo con un trato del balón ejemplar, pero tiene un problema. Cuando le quitan la pelota, hay demasiados espacios a la espalda. Ahí fue letal el Madrid. Y así llegó el 1-2, obra de Chicharito. Hace una pared con James y el mexicano marca con un chut raso y al primer palo.
Los dos equipos asumieron riesgos que agradecimos todos menos los que estaban en el banquillo. Hasta la segunda parte, el Madrid no se puso el mono de trabajo en defensa y por eso llegó el empate a dos del Celta. Marcelo se despistó y Mina le ganó la espalda. En el mano a mano con Iker, tuvo suerte porque su disparo, que dio en el poste, le cayó a las botas para rematar la gran jugada que había iniciado Nolito con un pase sublime.
James y Chicharito sostienen al Madrid
El 2 de mayo, hay un Mayweather-Pacquio y todos esperan una sucesión de golpes. Un gran combate como el que se vivió en Balaídos. Golpeaba el Madrid, lo hacía el Celta y luego el Madrid. Ronaldo estrelló un disparo al poste y Kroos con un pase que hubiera dejado sólo a Chicharito pero no erró James que marcó al borde del denscanso el 2 a 3 tras una buena diagonal de Ronaldo. Aprovechó que Jonny no bajó a defender a tiempo y que su disparo lo desvía Fontás. Es asombrosa su primera temporada en España. Ya nadie habla de los 80 millones que pagó el Madrid. El colombiano está fisicamente un punto por encima de muchos. Entre ellos, de Isco, muy desaparecido. Ha perdido la chispa, su presencia en el campo ya ni se nota y tiene toda la pinta de que su problema no sólo está en las piernas. También en la cabeza.
Y con esto, el partido se fue al descanso. La segunda parte bajó el ritmo y se frenaron las ocasiones. Algo normal. El Celta lo intentó hasta el final, hasta el último minuto. Algo digno de elogiar. No bajaron los brazos a pesar del penalti que el arbitro no les concedió por una falta clara de Kroos sobre Orellana, ni con el 2 a 4 de Chicharito, un killer del área. Movimiento de fuera a dentro, control en el aire y definición con un toque. Es un delantero que tiene el gol en las venas. 6 tantos en 511 minutos. Uno cada 85 minutos.
Chicharito cae bien en la afición porque representa uno de los valores de los que más se enorgullece el madridismo. No rendirse jamás. Muchos lo habrían hecho hace meses y él no lo hizo. Ancelotti tiene que darle las gracias porque el jugador está demostrando que mereció más oportunidades de las que él le dio. Gran Celta, gran Madrid, gran partido de fútbol. Hay Liga.