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El secreto de Sergio Ramos y Ancelotti

Entrenador y central mantuvieron el pacto de no contar a nadie su nueva posición para el derbi. Ni lo entrenaron en Valdebebas.

Fue la sorpresa de la noche. "El Real Madrid juega con tres centrales", afirmaban los medios de comunicación. "Sergio Ramos será mediocentro", informaba Libertad Digital y esRadio a las ocho de la tarde. La posición de Ramos era el secreto mejor guardado en Valdebebas en los últimos años. Pero, ¿cómo se gestó esta confidencia entre entrenador y técnico?

Todo surgió el domingo por la mañana en la ciudad deportiva del Real Madrid. Fue cuando Ancelotti le explicó a Ramos su plan. Quería repetir la fórmula del Camp Nou que tan mal salió entonces cuando perdieron por 2-1. Ramos, un jugador cuyo coraje no puede cuestionarse, aceptó. Lo hizo a sabiendas de los antecedentes, de todo lo que se jugaban y de que hubieran "quedado retratados tanto Carlo como yo si hubiéramos perdido", explicaba el defensa tras el partido. La consigna entre Ramos y Carlo era clara: mantendrían en secreto la táctica.

Los dos pactaron no contárselo a nadie. Absolutamente nadie. Ningún jugador, salvo el propio protagonista, conocía la estrategia hasta la charla táctica de Carletto a las 18:30 en Valdebebas. Casillas reconoció "no saber nada" e Isco bromeaba al decir que "creo que no lo han entrenado. A lo mejor es que yo no estaba". Sólo había un objetivo y ése era evitar cualquier filtración.

Entre el partido contra el Málaga y el derbi ante el Atlético, el Real Madrid completó tres entrenamientos y en ninguno preparó la estrategia. El temor a que se desvelara el secreto fue más importante que practicar un esquema que sólo se había utilizado en una ocasión y con tan mal resultado. Al final todo salió bien. La sorpresa en la plantilla fue mayúscula y, lo más importante, también lo fue en el cuerpo técnico de Simeone.

Ancelotti buscaba con este movimiento ganar los balones aéreos y cerrar los espacios que a veces se forman en la espalda de Kroos. Objetivo conseguido.

Dentro de esta historia, lo único que quizá se ha exagerado es el momento en el que a Ancelotti se le ocurre semejante idea. "Me surgió un minuto después de la lesión de Modric", admitía. Si es cierto, esto deja en peor lugar del que ya estaban a Lucas Silva, Khedira y, sobre todo, a Asier Illarramendi.

Ancelotti sigue muy vivo y es gracias a un jugador que no le niega una personalidad que muchos no quieren reconocer. Pocos jugadores le tienen tanto aprecio como Ramos. "Carlo Ancelotti tiene huevos", afirmaba. Y habrá muchos que sigan afirmando eso de que Ancelotti es sólo un buen gestor de vestuario.

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