Un equipo que aspira a ser campeón de liga no puede ni debe permitirse el lujo de regalar 45 minutos o de jugar con sólo recurso: el contraataque. Eso es lo que hicieron los jugadores del Real Madrid, apáticos e indolentes y su entrenador, Carlo Ancelotti, de nuevo erróneo en su análisis táctico previo al partido.
El técnico italiano apostó por Bale y James y dejó a Isco en el banquillo. O lo que es lo mismo, optó por 4-3-3. Sistema que ayudó a que el Rayo Vallecano fuera dueño y señor del partido durante la primera mitad. Hasta el descanso, el equipo de Paco Jémez parecía el grande y el de Ancelotti, el pequeño cuyo objetivo estaba logrado al conseguir la permanencia.
Tras el descanso, todo cambió. El Madrid salió con otra intensidad, la adecuada y con eso fue suficientemente para demostrar en unos pocos minutos, que son muy superiores al Rayo. Ronaldo, tras una gran jugada de Carvajal y James, tras asistencia del propio Cristiano, fueron los autores de los dos goles que siguen manteniendo en la pelea al Real Madrid.
¿Por qué hubo tanta diferencia entre una y otra parte? En un Rayo – Real Madrid, el sistema que esocoja Carlo Ancelotti debería ser irrelevante. El Madrid tiene que ganar da igual cual sea la lectura del entrenador, pero la elección del italiano fue errónea y eso, sumado a la apatía de sus jugadores y al excelente y muy trabajado Rayo de Paco Jémez, provocaron que en la primera mitad el Madrid fuera un equipo cuyo único recurso para marcar un gol, fuera un pase en largo buscando la velocidad de Bale y Ronaldo, que caían constantemente en fuera de juego.
Con razón Ancelotti dijo que prefería jugar contra equipos que no se encierran. Y es que cuando el Madrid se mide ante conjuntos como el Rayo, con tan buen trato de balón, buscan que la BBC se libere con metros para correr, pero lo único que provoca es que los tres atacantes se prisioneros de un sistema que perjudica a su equipo doblemente.En ataque pierda creatividad. Kroos, Modric y James sólo conectaban con los de arriba con pases en largo. Y en defensa, no hay ayuda con lo que el Rayo no tiene presión y puede tocar y tocar como pretenden en cada partido.
Así en la primera mitad vimos como Iker Casillas fue el mejor jugador del Real Madrid. No tuvo ninguna acción muy destaca el portero pero sí estuvo bien situado en un cabezazo de Trashorras o en un remate con el muslo a bocajarro de Manucho. El Rayo realizó 11 remates a la portería del Madrid en la primera partería. Más que cualquier otro equipo esta temporada.
Ancelotti y el Madrid dependían exclusivamente de la inspiración de sus jugadores. Mientras, Paco Jémez veía como todo su trabajo tenía su recompensa en el buen juego pero no en el gol.
Se iba la liga y el Madrid cambió su actitud
No fue el físico lo que cambió el partido a la vuelta del descanso. Ni tampoco el cambio de sistema o jugadores por parte de algún jugador. Lo que provocó que viéramos una segunda mitad tan distinta es un misterio. Quizá fue una nueva bronca de Ancelotti en el vestuario, como ya pasara la temporada pasada, pero lo cierto es que el Madrid se comió al Rayo. Desde fuera, la diferencia en primera instancia estuvo en la intensidad. En la segunda parte los jugadores salieron con la velocidad que requería el partido.
En diez minutos hicieron casi seis ocasiones claras. Bale de cabeza, Benzema con un disparo cruzado y Marcelo tras un fortísimo zurdazo tuvieron las oportunidades más claras para abrir el marcador si no hubiera sido por el penalti no señalado sobre Cristiano Ronaldo. El luso fue objeto de un claro penalti que el árbitro no sólo no vio, sino que encima le castigó con tarjeta amarilla por supuestamente tirarse al suelo. Supongo que el Real Madrid recurrirá la cartulina que le impide estar el próximo sábado en el Bernabéu ante el Eibar.
Esa acción puso de los nervios a los jugadores del Madrid durante unos minutos. Kroos vio amarilla al minuto siguiente y el alemán también estaba apercibido como James que tampoco estará el sábado por otra cartulina. Al final fue Ronaldo quien abrió el marcador. Lleva 37 goles en liga pero el artista de esa jugada fue Dani Carvajal. El lateral, con un triple cambio de ritmo, consiguió irse de dos defensores, meterse dentro del área y centrar al corazón del área donde estaba muy bien posicionado Ronaldo. Fue un jarro de agua fría para el Rayo que estaba muerto en esos instantes. A los pocos minutos, con mucho espacio, Ronaldo llegó hasta la frontal donde cedió a James, que un zurdazo preciso, metió el 0 a 2 definitivo.
En los últimos minutos Ancelotti sacó a Isco por Benzema y el Rayo tuvo opciones para recortar el marcador pero bien Casillas, o la mala puntería impidieron que el equipo local tuviera ese premio del gol. Tito por ejemplo tuvo una volea clarísima que se marchó por muy poco.
El Real Madrid suma tres puntos vitales para la lucha por la liga pero si quiere vencer a Sevilla, Valencia o Atlético de Madrid en Champions debe salir con la actitud necesaria desde el primer minuto o cambiar el sistema reforzando el centro del campo. Lo segundo parece incuestionable para Ancelotti asique el futuro del Madrid pasa por lo primero. Por cierto, James Rodríguez fue el mejor del partido. Estuvo bien ante el Granada y excelente ante el Rayo. El clombiano ha estado 2 meses lesionado y aún así lleva 13 goles y 13 asistencias.